Una larga vida, apacible y muy satisfactoria, la respuesta es muy simple, quédate soltero. Un estudio de la Universidad de Buffalo en Nueva York, Estados Unidos señala que es mejor estar sin pareja a tener una mala relación: “Mejor solo que mal acompañado”.
De acuerdo con el estudio, tener una relación que nos hace infelices puede tener un impacto, no solo en la vida emocional, sino también en la física. La calidad de un noviazgo o matrimonio afecta más la edad adulta de lo que pensamos. ¿Cómo lo saben?
Los expertos estudiaron por dos años a las relaciones amorosas de 200 jóvenes y adultos, matrimonios y noviazgos a fin de determinar cómo influyen sus amoríos en la salud de las personas.
¿Los resultados? Un tercio de los jóvenes experimentaron cambios significativos en sus relaciones en ese tránsito. Se tomaron en cuenta factores como la satisfacción, hostilidad, críticas, apoyo, bondad, afecto y compromiso, así como cuánto tiempo se quedaban en relaciones felices, de alta calidad o plenas y cuánto en dejar una que los hacía infelices.
Las personas que desarrollan relaciones plenas o satisfactorias son más felices, lo mismo que aquellos que se alejan rápidamente de quienes no los satisfacen. Una relación que aporta estrés tiene efectos perjudiciales a largo plazo.
“Diversos estudios han demostrado que el estar en una relación infeliz o un matrimonio infeliz puede causar estrés, lo que, a su vez, afecta a la salud física. En particular, las personas que no están conformes con su pareja podrían estar en mayor riesgo de depresión, presión arterial alta y enfermedades del corazón, incluso”, sentencia Ashley Barr, líder del trabajo, según lo señala Muy Interesante.
El estudio que fue publicado en The Journal of Family Psychology también señala que saltar de una relación que no nos hace felices a otra tampoco es una buena idea, pues seguramente la infelicidad rodeará a esta nueva pareja.