Conocidos también como ventosidades o pedos vaginales, estos molestos ruidos son muy similares a los de una flatulencia intestinal, sin embargo, no provienen del ano, sino, como su nombre lo indica, de la vagina, pero ¿por qué se producen?
Las ventosidades vaginales se producen por la acumulación de aire en el interior de la vagina. En ocasiones, se producen por la disminución del músculo interior de la vagina, incapaz de recubrir el pene durante las relaciones sexuales, lo que permite que entre aire y se produzca el sonido.
¿Qué hacer para evitar las flatulencias vaginales? Para empezar hay que ser conscientes de que para este caso, no existen medicamentos milagrosos, pues el verdadero truco se encuentra en fortalecer de nuevo la zona pélvica, lo cual, se puede llevar a cabo a través de los famosos ejercicios de Kegel.
Las flatulencias vaginales les suceden con más frecuencia a mujeres que hayan tenido muchos partos, o aquellas que han perdido masa muscular por alguna enfermedad o por el paso del tiempo. Se han dado casos en mujeres jóvenes pero no es lo más habitual. La debilidad de la musculatura puede producir una constante contracción y expansión de las paredes vaginales que producen dichas ventosidades.
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Finalmente, cabe mencionar que debido a que se producen en una zona que no es el ano, estos “pedos” no cuentan con ningún olor desagradable. Así que ya sabes, esto no es nada más que un efecto natural y si te sucede, no te queda más que comenzar con los famosos ejercicios de Kegel y, por supuesto, reírte de la situación… ¡A cualquiera le puede pasar!
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Y a ti ¿te ha sucedido?
¿Qué haces cuando pasa?
Te dejamos esta tarjeta con 5 pensamientos que debemos erradicar:
