Tiene 56 años y su nombre, de mujer, es Fulvia Pellegrino; sin embargo, cuando nació, sus padres le dieron el nombre de Fulvio y 24 años después, se casó con Marisa, la mujer que le ha apoyado hasta el día de hoy y con la que lleva una relación prácticamente de hermanas, más que de esposos.

Fulvia ha declarado que durante 40 años tuvo que esconder el deseo de cambiar de sexo y que, en el 2000 por fin decidió contarle a su mujer sobre su sueño, en el que ha gastado ya alrededor de 50 mil dólares.

Según información publicada por el portal , Fulvia tenía sólo 15 años cuando se dio cuenta de que era transexual, pero temerosa de su estricta familia religiosa, y de su padre, que estaba en el clero, Fulvia mantuvo sus sentimientos en secreto, se casó y poco después comenzó a visitar clubes gay y se escondía en su garaje para practicar el travestismo.

Financieramente, ella ha tenido que luchar mucho pues al comenzar con su transformación, perdió su puesto de gerente en un restaurante y tuvo que vender sus coches y una casa en Francia para pagar sus cirugías, de las cuales ya lleva cuatro implantes mamarios, dos rondas de liposucción, un aumento de labios y otro de pómulos, entre muchas otras.

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Actualmente, ambas viven del salario de Marisa, quien trabaja como terapeuta holística y está muy feliz de apoyar a Fulvia, en su afán por convertirse en Allanah Starr, una estrella porno transexual estadounidense.

Y tú ¿qué harías si te encontraras en la situación de Marisa?

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