Las relaciones sexuales son una parte muy importante en la vida de las personas independientemente sin son hombres o mujeres. Ahora, tras la llegada del coronavirus al mundo, podría verse afectada la sexualidad de aquellos que se contagiaron de Covid-19 en algún momento.
Se ha hablado mucho de las secuelas que el SARS-CoV-2 deja en los humanos, como problemas pulmonares, la incapacidad de oler, hipertensión y ahora, a todo eso se le suma la disfunción eréctil.
Uno de cada dos hombres mayores de 50 años presenta esta incapacidad para conseguir o mantener una erección firme para el acto sexual. Lo cual lleva a la persona a tener baja autoestima, estrés y a aislarse, sin añadir los problemas en su relación de pareja que pudieran surgir.
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Dena Grayson, doctora estadounidense especializada en enfermedades infecciosas, señaló que la disfunción eréctil podría ser una secuela de Covid-19. ¿La razón? Las enfermedades neurológicas que causa el coronavirus dañan a los cuerpos cavernosos, como el pene.
Otra muestra de que esto podría ser verdad, es que el coronavirus afecta al organismo sobre los vasos sanguíneos y el órgano reproductor masculino tiene muchos concentrados, que ayudan a la erección.
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En entrevista para NBC Chicago, la especialista mencionó que por tratarse de este tipo de situación, muchos hombres pueden no buscar ayuda, pero si no se empieza a tratar de forma temprana, puede que el problema se vuelva crónico. Este tema no solo es de salud, también es de personalidad, pues ser un buen compañero en la cama es sinónimo de “hombría”.
Según la experta, “existe una gran preocupación de que los hombres puedan tener problemas de disfunción eréctil a largo plazo por este virus. Sabemos que causa problemas a nivel vascular. Esto es algo que despierta verdadera preocupación”.
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Científicos de la Universidad de Cambridge examinaron a pacientes hombres que presentaron anorgasmia, la cual es la incapacidad constante para experimentar el orgasmo a pesar de tener una buena excitación sexual, después de haberse contagiado de coronavirus.
Pero en el estudio no se logró identificar pruebas de replicación viral o inflamación en los órganos urogenitales. A pesar que los contagiados presentaban dolor de testículos, en los resultados microbiológicos no hubo pruebas de la presencia de Covid-19 en estos o en el semen.
Los investigadores llegaron a la conclusión que tal vez el estrés por contraer la enfermedad “podría explicar la aparición de anorgasmia en los supervivientes”. Ya que ninguno presentó “síndrome de fatiga poshospitalaria o cualquier alteración de la libido o trastornos psicosexuales”.
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