El cáncer de mama es una de las peores enfermedades que, actual y desafortunadamente, afectan cada vez más a las mujeres; sin importar edad, nacionalidad ni estado civil.

Información de la , revela que la incidencia de cáncer de mama está aumentando en el mundo en desarrollo debido a la mayor esperanza de vida, el aumento de la urbanización y la adopción de modos de vida occidentales. Se estima que en 2004 murieron 519 mil mujeres por cáncer de mama y, aunque este cáncer está considerado como una enfermedad del mundo desarrollado, la mayoría (69%) de las defunciones por esa causa se registran en los países en desarrollo (OMS, Carga Mundial de Morbilidad, 2004).

La incidencia varía mucho en todo el mundo, con tasas normalizadas por edad de hasta 99,4 por 100 000 en América del Norte. Europa oriental, América del Sur, África austral y Asia occidental presentan incidencias moderadas, pero en aumento. La incidencia más baja se da en la mayoría de los países africanos, pero también en ellos se observa un incremento de la incidencia de cáncer de mama.

Las tasas de supervivencia del cáncer mamario varían mucho en todo el mundo, desde el 80% o más en América del Norte, Suecia y Japón, pasando por un 60% aproximadamente en los países de ingresos medios, hasta cifras inferiores al 40% en los países de ingresos bajos (Coleman et al., 2008). La bajas tasas de supervivencia observadas en los países poco desarrollados pueden explicarse principalmente por la falta de programas de detección precoz, que hace que un alto porcentaje de mujeres acudan al médico con la enfermedad ya muy avanzada, pero también por la falta de servicios adecuados de diagnóstico y tratamiento.

Muchas veces, el miedo a padecer una enfermedad o incluso a la muerte, nos hace actuar de maneras completamente extremistas, y el caso del cáncer de mama, no es aislado; el mejor ejemplo lo tenemos en Angelina Jolie.

Según información de , fue en febrero de 2013 cuando la actriz tomó la decisión de extirparse los dos pechos al descubrir el fuerte riesgo que corría de sufrir cáncer de mama; y es que su madre, su tía, abuela y abuelo, murieron por algún tipo de cáncer.

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Por otro lado y cuando la enfermedad llega, no queda más que ser fuertes y luchar contra ella, como en el caso de ; y es que ella tenia solamente 23 años cuando fue diagnosticada con cáncer de mama: “Empecé con secreción por el pezón y mi perro parecía tener una fijación con mi seno izquierdo, que fue una de las cosas que finalmente, me llevó a revisarlo. Primero fui con el médico de atención primaria y hasta ella estaba convencida de que no podía ser cáncer de mama, pero me mandó a hacer una mastografía por si acaso. El estudio se veía sospechoso así que decidieron hacer una biopsia, que finalmente confirmó que tenía cáncer de mamá”.

Después del diagnóstico, Nikki programó la cirugía para retirar el tumor. Tenía la opción de conservar los pezones pero ella decidió retirarlos para evitar cualquier intento de infección de nuevo; y con el paso del tiempo, decidió colocar. “Hacerme los tatuajes fue una forma de tomar de nuevo el control de mi cuerpo. No quería el cáncer de nuevo pero quería que el cuerpo que tengo fuera mío. Muchas personas ponen su marca en el y yo quería reclamarlo como mío”.

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Otro caso es el de Holley Kitchen, publicado por. Tiene 39 años, dos hijos y un cáncer de mama metastásico. ¿Qué es el cáncer metastásico? Es un cáncer que se diseminó de su lugar de origen a otras partes del cuerpo. El cáncer metastásico tiene el mismo nombre y tipo de células del original: por eso, si el tumor primario fue, por ejemplo, de mama, se dice que la paciente tiene un cáncer de mama metastásico.

Ella publicó un video en el cual no busca entrar en detalles sobre su drama, sino crear conciencia sobre la enfermedad y sobre cómo relacionarse con un paciente que la está atravesando.

Holley se trató y creyó que había ganado la pelea. Pero no. Llegó el diagnóstico de que el tumor se había extendido a otros órganos. "Mi tratamiento nunca jamás, jamás, jamás terminará", dice en el video. Admite que hablar de cáncer metastásico genera temor. Y también, con ironía, va enumerando todas las frases que estos pacientes escuchan de su entorno, y que tienen en ellos un efecto negativo. Lo hace, dice, para "no avergonzar a nadie" sino para "educar" sobre el tema.

Finalmente, no queda más que recordarles a todas nuestras lectoras, en el marco del Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama, sobre la verdadera importancia de los exámenes de rutina, las mastografías y la autoexploración, pues todas estas pruebas pueden ayudarnos a encontrar algo anormal a tiempo, y poder disminuir esas horribles cifras de muertas por culpa del terrible cáncer…

¡Cuídate y cuida a los tuyos!

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