Por: Valeria Schapira, experta en relaciones para Match.com
Si te gustan las celebraciones, puedes ir agendando el Día Internacional del Beso el 13 de abril. A no confundir con el día del beso robado y otras fechas parecidas. Resulta que una pareja tailandesa batió su propio record del beso más largo del mundo después de 58 horas consecutivas en acción en un certamen y allí nació la curiosa conmemoración. Como decía una figura de la TV argentina, Roberto Galán, “hay que besarse más…”
Ciencia e historia del beso
La filematología estudia la evolución del mismo a través del tiempo, los diferentes tipos de besos y lo que los mismos provocan en hombres y mujeres.
Al parecer, el beso antecede al hombre. La antropología acepta que los homínidos ya se besaban y muchos expertos aseguran que el beso tiene su origen en la transferencia de comida de las madres a sus crías.
El beso según las culturas
Un beso puede significar distintas cosas según la cultura y es bueno interiorizarse de su significado cuando se está en suelo extranjero para no cometer errores. En algunos lugares está mal visto saludarse besándose.
En general, en los países latinos se acostumbra a besar en la mejilla inclusive a las personas que se acaba de conocer, práctica que han hecho propia los hombres en los últimos años. No funciona así en algunos países europeos en las que sólo se estila besar a las personas conocidas. Según ciertas tradiciones orientales el beso tiene que ver con un intercambio energético, con cuestiones ligadas al alma.
El beso en la pareja
Un reciente estudio de la Universidad de Oxford demostró que las mujeres dan más importancia al beso en las relaciones que los varones. El mismo estudio reveló que la acción de besarse permite evaluar de manera inconsciente a una pareja potencial a través del gusto o el olfato, de acuerdo a pistas biológicas de compatibilidad, genética y salud.
La Dra. Helen Fisher, antropóloga biológica y asesora de Match.com, asegura que besarse es un mecanismo de elección y evaluación biológica de pareja. Fisher sostiene que en la saliva se presentan cantidad de hormonas – como la testosterona - que pueden servir a diferentes propósitos románticos.
“Existe evidencia que a los hombres les gustan los besos con la boca más abierta lo que sugiere que de manera inconsciente están intentando transferir testosterona a la mujer para disparar su deseo sexual”
Dime donde besas…
Hay tantos sitios para besar en la anatomía femenina y masculina como connotaciones de los besos. Estos son algunos de los lugares más habituales en los que damos y recibimos besos. Cada uno de ellos tiene su lectura para el lenguaje gestual.
En los labios: suele ser el beso de la pareja o de los amantes aunque algunos amigos también se den besos cortos (“piquitos”) en los labios. El beso largo, de lengua, es el más sensual y suele ser la antesala del sexo. El beso cerca de la comisura es una insinuación erótica, al igual que en la zona del lóbulo de la oreja o la nuca, áreas erógenas.
En la mejilla: suele darse entre familiares, amigos, compañeros de trabajo o conocidos. En América Latina es el saludo más común.
En la mano: es un símbolo de respeto y de caballerosidad. Una práctica casi en desuso, salvo por razones protocolares.
En la nariz: tierno y juguetón, puede ser un indicador de romanticismo pero también de celos.
En la frente: habla de protección, ternura y cuidado. Se trata una acción casi paternal, una muestra de afecto entrañable. Connotaciones similares posee el beso en los párpados.