Seguramente, al leer el nombre de Thomas Beatie no tengas una referencia inmediata, pero si te decimos que en el 2008 se convirtió en el primer hombre embarazado, tal vez lo recuerdes.
Este chico se convirtió en un verdadero fenómeno mundial que llamó la atención de millones de personas, pero ya han pasado varios años de eso y hoy, su vida ha cambiado por completo.
Thomas nació y creció siendo mujer. De hecho, se convirtió en modelo y ganó varios concursos, pero nunca se sintió plenamente identificado con su género, así que cuando tenía 23 años de edad, inició un procedimiento hormonal para convertirse en hombre.
De acuerdo con 20 Minutos, fue a base de cirugías y tratamientos como logró su objetivo, aunque prefirió no modificar sus genitales porque deseaba poder ser la madre de sus propios hijos, si es que éstos llegaban algún día.
Posteriormente se casó con Nancy Gillespie, con quien tuvo varios problemas para poder tener hijos, por lo que ambos decidieron que fuera Thomas quien los concibiera. Fue entonces cuando su secreto quedó al descubierto ante el mundo…
Entre 2008 y 2010 tuvieron tres hijos completamente sanos y él se convirtió en el primer hombre que era oficialmente “madre de sus hijos”. Parecía que tenía la familia perfecta, pero su matrimonio comenzó a llenarse de problemas. La pareja inició una dura batalla legal de cuatro años, y en ese periodo, Thomas se enamoró de Amber Nichols, la directora del centro escolar al que llevaba a sus pequeños, según cita Difundir.org.
Llegó al altar una vez más y, aunque afirma que pasó por momentos muy tristes al enfrentar el rechazo social en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo, hoy se encuentra nuevamente casado y afirma que la vida le sonríe.
Aunque Beatie sentía que su vida estaba en peligro por las constantes amenazas que recibía en la calle y en las redes sociales, se volvió un ejemplo para las personas que se encontraban en su misma situación.
Ahora es un abogado que defiende a las personas transgénero y que da pláticas motivacionales. Vive en un hogar feliz y usa las redes sociales, en las que lo han insultado, para compartir las alegrías que le da la vida.
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