Pasar por un divorcio nunca es sencillo, hay peleas, desacuerdos y gastos. Este proceso se hace más difícil cuando existen hijos de por medio, quienes no entienden el porqué de la separación de sus padres. Normalmente, los papás dividen el tiempo de los pequeños para que ambos convivan con ellos, modificando sus horarios y lugares de estancia.
Para evitar esto, las exparejas están recurriendo al “anidamiento” o “Birdnesting”, que consiste en que los hijos permanezcan en su hogar familiar y que sean los padres los que se muevan de lugar. Cada padre “vive” en la que era su casa durante su “momento”, mientras que el otro se va a un sitio diferente.
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Esta idea lleva este nombre porque se compara con la forma en que las aves cuidan a sus crías, siempre dejándolas en el nido para su seguridad y ellas volando y regresando para cuidarlas. Aunque el "anidamiento" pretende cuidar la salud mental de los más chicos, aún faltan investigaciones para comprobar su funcionamiento, pues no es una práctica muy conocida a nivel mundial.
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Actualmente, el "anidamiento" es practicado principalmente en occidente en familias de clase media. Hay una alza de esta rutina en Estados Unidos, Australia y Países Bajos, pero en Suecia los padres divorciados han compartido hogar desde los años 70.
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Según Ann Buscho, doctora y terapeuta estadounidense, algunos padres han optado por crear un anexo en la casa principal para que el tutor que no le toque estar con los niños, pase su tiempo ahí. Aquellos que no tienen los recursos necesarios, optan por mudarse a casa de algún familiar o amigo. La experta menciona que algunos lo toman como algo temporal para que los niños se acostumbren, pero luego ese corto periodo de tiempo se convierte en años.
Como en todo, hay quienes no están de acuerdo con esta actividad. Tal es el caso de Malin Bergström, psicóloga infantil en Estocolmo, quien considera que el "anidamiento" solo protege a los niños de la realidad y no les da la oportunidad de que se enfrenten a los problemas.
Caso que también pasa con los adultos, pues al seguir teniendo tiempo en su casa familiar, puede no ayudar a superar la ruptura e incluso a dar falsas esperanzas sobre una reconciliación, todo por seguir atrapados en una burbuja donde todo está “bien” y sigue “normal”.
Tú, ¿qué opinas sobre el "anidamiento"? ¿Lo pondrías en práctica?
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