Seguro conoces a alguien que se casó, se juntó o consiguió una pareja estable y su peso corporal aumentó. Y la verdad es que sí, el amor engorda o al menos hace que las personas se dejen engordar, pues a quién no le gusta tener a alguien para compartir unos tacos, alitas, hamburguesas y pizza.
Una encuesta realizada a 2 mil personas por la empresa de investigación de mercado, OnePoll, encontró que 3 de cada 4 personas con pareja estable habían subido hasta 16 kilos y algunos habían ganado la mitad tan solo el primer año de relación. Los hombres fueron los más afectados, quienes confesaron que las citas eran las “culpables”.
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Un estudio científico publicado en el Journal of Family Issues detectó las principales razones del aumento de peso en parejas. Para sacar las conclusiones los investigadores tomaron datos de 20 años del Estudio Longitudinal Nacional de la Juventud de 1979, con el objetivo de comparar el peso corporal, estado civil y los cambios que se producían cuando había una modificación de este.
Los resultados arrojaron que “vivir sin pareja, ya sea divorciado o nunca casado, se asocia con un peso corporal más bajo”. Además, en las “transiciones matrimoniales”, como el divorcio, también hay un cambio. O digan que no les da por comer sin parar cuando les rompen el corazón.
Al tener a alguien con quien ir a comer antojitos o ver pelis con palomitas y refresco provoca que ambos coman más frecuentemente.
Cuando las parejas no saben qué comer, a veces compran dos opciones para compartir. Normalmente, por la comodidad que se tiene el uno al otro, las raciones no se miden, aunque compartan uno come más que su compañero o piden comida extra para que alcance.
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Los solteros deben estar listos y presentables por si tienen una cita, pero las personas con pareja no tienen esa preocupación, pues ya “atraparon” a alguien. Por supuesto, esto les da libertad y seguridad de comer más. Las parejas deportistas o que hacen ejercicio juntas no están incluidas en este punto.
Como las parejas se ven seguido, conocen los defectos del otro y existen otros problemas más graves en la relación, se comienza a no tener conciencia del peso. Importa más si el otro no bajo la tapa del baño o dejó cabellos en la regadera, a cuántos kilos han aumentado.
Las peleas entre parejas también pueden hacer que ambos suban de peso, a algunos les da por “comerse” sus problemas o comenzar a comer en la calle cuando hay discusiones.
Y tú, ¿cuál otro factor agregarías a la lista?
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