Mientras que algunos se casan a los 20 años, otros lo hacen a los 40 y unos más nunca llegan al altar. Los motivos que tiene alguien para no contraer matrimonio son varios, pueden ser monetarios, ideológicos, simplemente están a gusto con su pareja sin un papel que anuncie su unión… o tiene miedo a decir “sí acepto”.
La gamofobia es el término que se utiliza cuando una persona tiene miedo al matrimonio, pero que es capaz de mantener una relación estable y duradera con alguien. Esta definición es diferente a la filofobia, que se refiere al miedo a comprometerse emocionalmente.
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Por supuesto, una persona sabe que es víctima de esta fobia hasta que está frente a la posibilidad de casarse con su pareja. Es ahí cuando se empiezan a presentar los síntomas más comunes que incluyen: evitar hablar del tema, sufrir ataques de pánico, falta de aire o un deseo incontrolable de salir corriendo.
Según los psicólogos, las fobias comienzan en su mayoría antes de la adultez, aunque también se pueden desencadenar por un acontecimiento en años recientes del adulto. En el caso de la gamofobia estas son algunas causas que pueden provocar este miedo al matrimonio.
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5 causas de la “gamofobia”, el miedo al matrimonio
1. Divorcio traumático.
¿Quién en su sano juicio viviría dos veces el mismo calvario? Aquellos que han experimentado un divorcio lleno de peleas y pérdidas económicas, lo que menos quieren es volver a meterse en el mismo problema. Este punto también incluye a las personas que vieron pasar a un familiar o amigo por una separación difícil y que saben de las consecuencias de un matrimonio fallido. Así como a los hombres y mujeres, cuyos padres se separaron.
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2. Miedo a crecer.
Existen muchos adultos que prefieren seguir manteniendo un noviazgo, pues el matrimonio significa tener que crecer y asumir ciertas responsabilidades. Sin importar el género, son almas que piensan que al casarse se les irá la juventud. Además, también se cuentan aquellos que tienen un fuerte apego a su familia y se vuelven incompetentes para afrontar los retos maritales, pues están acostumbrados a que sus papás les resuelvan sus problemas.
3. Baja Autoestima.
Cualquiera pensaría que al tener pareja se crea una seguridad, que incluye el no tener que buscar más o quedarte soltero por siempre. Pero para las personas que tienen problemas de inseguridad, el matrimonio puede ser visto como algo negativo, pues se crean “cargas”, como dar lo mejor de sí mismo para no fracasar. Además del miedo a tener que madurar como una persona casada.
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4. La sociedad.
Las mujeres reciben mucha presión social sobre contraer matrimonio, al igual que los hombres, pero con diferente perspectiva. En general, ambos pueden sufrir de gamofobia, pues la sociedad ha enseñado que se debe “atender” al esposo, o que ya casado él debe “mantener” el hogar. Sin contar los hijos, que muchos suponen se “necesitan” para tiener una familia completa.
5. Seres individualistas.
Aunque los humanos somos seres sociales, los aparatos electrónicos han empujado cada vez más al individualismo. Las personas han optado por elegir sus sueños profesionales, por lo que una boda perjudicaría la realización personal de la persona, por lo menos así lo ven muchos.
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