La libido es el deseo sexual que muchas veces se “pierde” o disminuye por ciertos motivos, como puede ser cansancio, problemas en la relación o por bajos niveles de hormonas. Según el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Reino Unido, no existe una libido normal, porque el “impulso sexual de cada persona es diferente”.
Pero si sientes que tu falta de deseo sexual está afectando tu vida en pareja o te preocupa, no dudes en buscar ayuda con un profesional, para asegurar que la disminución no está relacionada con un problema físico. De lo contrario, en De10.mx te contamos de tres maneras para aumentar tu libido y tres causas de la falta de esta.
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Imaginar es gratis, así que no dudes dos veces en pensar situaciones eróticas. Seguro has tenido fantasías sexuales, imaginado alguna posición o sitio donde te gustaría tener relaciones sexuales. También intenta leer libros eróticos, para activar tu deseo sexual. Incluso ve más allá y adquiere un juguete sexual para que descubras lo que te gusta.
El estrés libera cortisol, que a su vez inhibe las hormonas que favorecen el deseo sexual. Sabemos que es muy difícil evitar el estrés y más en medio de una pandemia mundial, pero mientras tu cuerpo y cerebro está concentrado en resolver eso que te preocupa, el apetito sexual queda en segundo plano.
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Aunque estamos en pleno siglo XXI, hablar sobre sexo sigue siendo un tema prohibido en muchos lugares. Muchas personas piensan en él, pero no todos se atreven a llevarlo a la mesa. Al charlar con tu pareja o amigos sobre sexualidad, sus fantasías sexuales e incluso practicar sexting comenzará a aumentar tu libido. Además, siempre es buena la comunicación para una satisfactoria intimidad de pareja.
¿Eres feliz en tu relación? La disminución de libido se puede deber a una pérdida de atracción sexual, al familiarizarse demasiado con su pareja, a estar en una relación larga, a peleas constantes, a problemas de comunicación, y desconfianza.
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Un problema físico también puede ser causa de la pérdida de libido. Estos llegan a ser sequedad vaginal, disfunción eréctil, incapacidad para el orgasmo, vaginismo y problemas de eyaculación.
Cualquier problema médico puede resultar en tensión física y emocional, y traer efectos secundarios. El deseo sexual se puede ver afectado por enfermedades del corazón, diabetes, cáncer, cirugías mayores y tiroides.
Con información de NHS
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