Por: Valeria Schapira, experta en relaciones para Match.com

Estás en una nueva relación sentimental, con un proyecto en común; pero algo acecha el vínculo: el fantasma de uno de los ex. Por la razón que sea, la pareja anterior de alguno de los dos no deja de entrometerse, ocasionando todo tipo de situaciones poco gratas.

Cuando somos adultos, no siempre es sencillo cortar por lo sano: a veces son los hijos, otras el dinero, el apego o lo que sea que no nos deja cerrar una etapa de manera sana y poder comenzar con otra.

Por eso, si el ex no es aún tan ex, esta nota es para ti.

Hijos: Los míos, los tuyos… los nuestros

Hay niños y sus padres están separados; un escenario muy habitual en tiempos de familias ensambladas, que, con buen diálogo y búsqueda de consensos, pueden tener una relación armónica. Pero cuando se utiliza cualquier situación referida a los niños para desgastar a quien fue nuestra pareja, nada puede salir bien. Se requiere firmeza y una charla a corazón abierto, dejando en claro que lo que ha quedado en común es el amor y la crianza de los chicos. El amor de pareja terminó, pero no por ello han de terminar el respeto y las buenas formas.

Cuando la ex pareja no es tan ex y complica el presente
Cuando la ex pareja no es tan ex y complica el presente

Las redes y los enredos:

Cuando las personas se separan, es habitual que uno de los dos rehaga su vida sentimental más rápido. Muchos problemas, reclamos e intromisiones en las nuevas relaciones devienen de publicaciones online prematuras y poco cuidadosas con quien fuera nuestro compañero. En resumen: si estás comenzando una relación, espera un tiempo prudente para gritarlo a los cuatro vientos, sobre todo por respeto al amor que terminó y a las heridas que puedes generar a terceros.

Un ex no es un amigo (es un ex):

Sea en pos de conservar una buena relación por los hijos, no herir a quien formó parte de nuestra vida o intentar cuidar las formas, muchas veces estiramos lazos que ya se cortaron. Un ex pertenece al pasado y apegarse a él o a ella implica la certeza de arruinar cualquier relación naciente. Es importante que lo tengas presente para evitar conflictos en tu relación actual.

Límites son amores:

Los escenarios después de una separación pueden ser más o menos amables. Lo importante es entender que si ese vínculo sentimental se terminó hay razones que llevaron a su final. Si quien perteneció a tu ayer intenta regresar a tu vida en la forma que sea, se impone un límite firme y, si es necesario, quítalo de tus redes sociales, teléfono, etc. No tomar esta decisión puede tener consecuencias irreversibles en tu nueva relación.

Los de afuera son de palo:

Ante una separación, es habitual que amigos, familiares y conocidos quieran mediar, comentar y participar. La dinámica de dos que se quieren – o lo hicieron – no es algo que pueda someterse a tribunal popular. Habilitar este tipo de participación solo servirá para retrasar el sano cierre del ciclo, promoviendo confusión y malos entendidos.

Cuando la ex pareja no es tan ex y complica el presente
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