Por: Valeria Schapira, experta en relaciones para

Es inherente a las mujeres tener una actitud maternal, de cuidado y sostén. Esa noble cualidad puede transformarse en un verdadero problema cuando, en una pareja, ella se transforma en “la madre” de él.

Muchas mujeres tienen la capacidad de transformar a un hombre en un hijo y muchos hombres, por comodidad, por su historia familiar o por su estructura psicológica, consciente o inconscientemente, se aprovechan de esta situación.

Hay varones emocionalmente inmaduros que trasladan la relación que tenían con su madre al vínculo sentimental. En algunos noviazgos o matrimonios, este problema se evidencia cuando él deja la casa de sus padres a una edad avanzada y establece un vínculo con una mujer que hace rato es independiente en su forma de vivir.

Estos son algunos de los problemas que suelen presentarse cuando el “hombre Peter Pan” encara una relación de pareja. Y algunos tips para la “mujer madre”:

1. Él se desentiende de toda responsabilidad hogareña. Deja un arsenal de platos sucios en el lavabo. Se baña y tira la toalla en el piso. Cuelga la ropa en cualquier silla. No vayas tras él recogiendo sus cosas. Si la convivencia recién arranca es bueno que tengan una conversación franca en la que establezcan reglas. Se puede armar un fixture de tareas, por ejemplo, y cada vez que alguno de los dos no las cumpla, tendrá una multa.

2. Él es emocionalmente inestable. Cualquier persona puede atravesar una crisis o sufrir altibajos anímicos. Pero él es un chico caprichoso; cualquier situación lo desestabiliza y el pilar en que se sostiene siempre es ella. Como dice Julio Cortázar, “un puente no se sostiene de un solo lado”. Es probable que si no madura o acude a algún tipo de terapia, la relación no se sostenga. Dale un tiempo prudencial para ver si toma cartas en el asunto. Si no lo hace, aunque duela, trata de soltarlo.

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3. Tiene problemas para comunicarse. Así como los niños se enfurruñan y deciden no hablar, el hombre inmaduro suele cerrarse como una ostra y no querer conversar acerca de los problemas o diferencias. Intenta encararlo con suavidad. Recuerda que a mayor presión, mayor resistencia. Insiste en el diálogo pero ponte un límite. No eres su madre, ni su psicóloga.

4. Siempre quiere ser el centro. En una reunión social, esto puede hasta ser divertido. Pero el hombre hijo suele no distinguir matices y hasta tener conductas socialmente inapropiadas. Puede que ofenda a alguien en el afán de querer ser gracioso, por ejemplo. La mujer madre a veces trata de justificarlo o tapar la situación. No lo hagas. Trata de salir lo más airosa posible y conversa de manera firme con él cuando estén a solas.

5. Es autorreferencial y narcisista. Se obsesiona con algo y hay que darle el gusto. Muchas mujeres hacen infinidad de cosas que no son de su agrado sólo por complacer. El problema con el hombre inmaduro es que jamás hará algo por ella. Una pareja se construye a base de negociaciones permanentes y de flexibilidad. Plantéale lo que quieres y hazle ver que no es el ombligo del mundo.

6. Recuerda. En una pareja, uno más uno no siempre es dos. Si la suma no está resultando, pregúntate qué obtienes ocupando ese lugar sobreprotector y asimétrico. Acota las concesiones que haces y abre bien los ojos. ¿Crees que él puede mejorar? Entonces, adelante. La respuesta está en ti.

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