Por: Psic. Mina Shterenberg
Desde tiempos bíblicos, los seres humanos hemos mostrado un gran interés por los sueños y su significado. Anteriormente se creía que los sueños tenían un componente premonitorio, razón por la cual las personas acudían a “expertos en los sueños” quienes los ayudaban a descifrarlos para que pudieran entender los mensajes que se les estaban presentando por medio de los sueño.
Sin embargo, con el paso del tiempo y las investigaciones, se ha visto que los sueños no nos dicen el futuro, sino que nos hablan de aspectos inconscientes de la personalidad, pero que son contenido que por “economía” mental no estamos conscientes de ellos todo el tiempo o por ser contenidos que pueden ser amenazantes para la persona se guardan en el inconsciente, y es cuando nos dormimos que nuestras defensas bajan y que este material sale a la luz por medio de los sueños.
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Es importante tomar en cuenta que el material del sueño se encuentra disfrazado, por lo que el único método para poder interpretar los sueños, tanto de niños como de adultos, es el psicoanálisis. Además de que un mismo sueño puede tener un significado diferente para dos personas que lo sueñan, razón por la cual no se puede tener un libro como un diccionario que nos diga qué significa soñar con tal o cual cosa.
Sin embargo, hay ciertas características de los sueños que nos pueden alertar sobre algo que está angustiando a la persona, como lo son las pesadillas o sueños de angustia.
En el caso de los niños, es importante tomar en cuenta los retos que representan su etapa de vida, así como los desafíos propios del desarrollo, como situaciones externas que pueden afectar su vida emocional. De esa forma es que los sueños de los niños van a reflejar, de forma disfrazada, aspectos inconscientes que necesitan ser elaborados o trabajados.
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Es durante las horas de sueño que los niños también tienen la oportunidad de organizar y asimilar lo aprendido durante su día; esto es algo muy importante ya que los primeros años de vida casi todo es nuevo y todo se está aprendiendo por primera vez.
Los niños reciben una cantidad de estímulos nuevos constantemente y la hora de dormir sirve para poder acomodar esto y metabolizar los contenidos. Cuando hay contenidos angustiantes es que se generan las famosas pesadillas.
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Asimismo, en los niños un tema recurrente en las pesadillas es la muerte de uno de los progenitores (debido, muchas veces, a las angustias que sienten cuando se separan de ellos), incluso, con monstruos o villanos de caricaturas o películas.
En ocasiones, los niños tienen ciertas actitudes o travesuras durante el día y sienten culpa por haber hecho alguna cosa y, de cierta forma, esperan un castigo. Muchas veces la pesadilla refleja esas angustias de que hicieron algo malo.
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Otra característica de los sueños es que cuando se está soñando, éstos aparecen muy reales. Los adultos tenemos más facilidad para poder distinguir cosas que vivimos en la vida y cosas que soñamos; sin embargo, a los niños pequeños muchas veces les cuesta trabajo discriminar qué les pasó verdaderamente o qué fue sólo un sueño.
Algunas razones por las cuales valdría la pena llevar a un niño a terapia es si presenta alguna de las siguientes características:
Por: Psic. Mina Shterenberg
Clínica de Asistencia de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM). www.spm.org.mx
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