Psic. Eugenia Narro Álvarez

No cabe duda que Internet ha abierto una gama de posibilidades que antes eran impensables; es un mundo en el cual no existe la demora, todo es instantáneo y permite que el acceso a la búsqueda de información específica sea posible para la mayoría de la gente. Hace tan solo algunas décadas, las cartas de amor se tardaban semanas o meses en llegar, dependiendo la distancia pero actualmente los mensajes llegan en el instante, sin importar en dónde te encuentres.

Hoy en día, sobre todo para las generaciones más jóvenes, es cada vez más habitual mantener relaciones amorosas vía Internet. Cada vez es más común conocer gente, hacer amigos y entablar conversaciones a través de este medio.

La utilización de Internet como una herramienta para conocer personas, platicar o, incluso, encontrar viejos amigos es, sin duda, una buena alternativa para muchos.

No obstante, la importancia del tema recae en marcar límites. Es diferente cuando hacemos uso de  esta herramienta para promover  la comunicación y las relaciones interpersonales que cuando la utilizamos  de una manera poco saludable; es decir, como un instrumento para evadir el contacto físico y la intimidad real, convirtiéndose en  la única manera (rápida) de relacionarnos con los demás.

[[{"type":"media","view_mode":"media_original","fid":"9823","attributes":{"alt":"","class":"media-image","height":"450","style":"display: block; margin-left: auto; margin-right: auto;","width":"600"}}]]

El establecimiento de este tipo de relaciones virtuales causa una sensación de intimidad que se fomenta por la falta de inhibición que se consigue a través del anonimato. Es importante destacar que no es lo mismo conocer a alguien por Internet y, posteriormente, mantener una relación real, que mantener contacto o relacionarse únicamente de manera virtual.

Más que el hablar de ventajas y desventajas de las relaciones virtuales, lo importante es comprender cómo algunas personas alimentan sus fantasías cuando se presenta la oportunidad de construir personajes o modificar algunas cualidades de sí mismos de acuerdo a sus propios ideales, mismos que no para todos son posibles de alcanzar. Esta situación causa un sentimiento de satisfacción, pues es como si, de alguna manera, nos brindara lo que la vida real nos niega;  por eso, lo que para algunos es una ventaja, para otros es una desventaja.

Asimismo, este tema es cada vez más común dentro del ámbito terapéutico, ya que el uso de  Internet es parte fundamental del contexto actual en el que vivimos y, por lo mismo, está estrechamente relacionado con la vida de las personas.

Como ya mencioné, es posible utilizarlo como una herramienta para llegar a distintos fines prácticos y saludables que puedan fomentar el aprendizaje y la comunicación con las demás personas pero hay que saber detectar cuándo el uso del mismo limita la vida de las personas, disminuyendo las habilidades y actividades sociales, escolares, lúdicas y profesionales que son fundamentales para una vida saludable.

[[{"type":"media","view_mode":"media_original","fid":"9824","attributes":{"alt":"","class":"media-image","height":"360","style":"display: block; margin-left: auto; margin-right: auto;","width":"592"}}]]

Psic. Eugenia Narro Álvarez

Clínica de Asistencia de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM)

Google News

TEMAS RELACIONADOS