Primero que nada, hay que tomar en cuenta que en la actualidad estamos acostumbrados a la inmediatez, por lo que no es sorprendente que en las relaciones de pareja estemos en este mismo "canal".

En este sentido, es muy común  que desde las primeras relaciones, busquemos encontrar a nuestra pareja ideal. Incluso, al inicio de una relación, ya estamos pensando en matrimonio, en vivir juntos o en tener un mayor compromiso.

Pero caer en cualquiera de estas dos "trampas" no te permitirá lograr los objetivos del noviazgo, que consisten en  conocer más profundamente a tu pareja, compartir tiempo, gustos e intereses, conocer sus metas y compararlas con las tuyas y, sobre todo, generar bases firmes en la relación mediante la convivencia.

A pesar de la velocidad con la que vivimos el día a día, es necesario recordar que se requiere conocer a varias personas antes de poder decidir cuál es la indicada y, sobre todo, conocerse a sí mismo, para saber cuáles son las debilidades y fortalezas que tenemos como personas. En una relación es indispensable tener claras cuáles de nuestras costumbres, privilegios y situaciones estamos dispuestos a negociar y cuáles no, ante el compromiso que significa aceptar a otra persona tal como es, con sus virtudes y defectos.

Otro punto a considerar, es que para tener una relación madura, en toda la extensión de la palabra, ser una persona plena, con metas y objetivos bien trazados te ayudará a poder ver con más claridad hacia dónde vas tú y hacia dónde va tu pareja, y, lo más importante, podrás saber si lo que los une puede ser duradero o sólo es pasajero. Así que no te desesperes, disfruta de tu vida como individuo, ya que para estar en una relación sana es fundamental que te conozcas, que sepas convivir y valorarte a ti mismo.

 Psic. Tania Silva

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