Seamos sinceras, a ninguna mujer nos hace gracia el hecho de que los años pasen, pero sobre todo, que nos dejen su marca en nuestro amado cuerpo: arrugas, estrías, flacidez… Mil y un cosas con las que las mujeres debemos lidiar, y más aún si hablamos de la responsabilidad que trae a nuestras vidas el hecho de hacernos “mayorcitas”.
Y es que, como bien lo menciona Belelu, la responsabilidad de hacerse adulto trae muchos beneficios; podemos ser independientes, realizar nuestros sueños. Pero, para qué vamos a hacernos los desentendidos; cuando pasas los 25 sabes que las cosas cambian. Notas de a poco, que el mundo quiere que sepas que ya no eres una jovencita…
En este sentido, en De10.mx hemos recopilado 10 momentos clave con los que te darás cuenta que sí, la vida pasa y tú ya no eres una chamacuela.
1. Comienzas a preocuparte por los gastos
Antes de comenzar a trabajar, no tenías de qué preocuparte, gastabas todo lo que podías y no reparabas en todos los gastos mensuales que se deben hacer para vivir, pero actualmente llega tu quincena y comienzas con las cuentas… Sí, lo sabemos ¡un fastidio!
2. Los niños te llaman señora
Dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad, pero en este caso, el hecho de que los niños formen parte de esta afirmación, no es del todo de nuestro agrado. Cuando te dicen “señora” algo hace corto circuito en tu cabeza. “¿Señora? ¿Yo? Debe estar hablando con otra persona”.
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3. Los bebés-niños ya no parecen una idea tan desagradable
Generalmente cuando somos pequeñas, adolescentes y jovencitas, el hecho de tener hijos es una idea lejana y nada grata… ¿Te imaginas el momento de su nacimiento? ¿La responsabilidad de cuidarlo?... Pues malas noticias señoritas, hoy en día ya no te desagrada tanto la idea y señal de eso es cuando ves a un pequeño y hasta una sonrisa pinta en tu rostro.
4. Te preocupas más por los demás
“Mándame mensaje cuando llegues”, “¿Me llamas?”, “¿Estás bien?” Si alguna de estas preguntas te suenan, tenemos una noticia para ti: ¡Estás creciendo mujercita!
5. Te sientes la mayor en todas las fiestas…
Si en la secundaria tratábamos de entrar a las fiestas para mayores desesperadamente, ahora, ya no sabemos a dónde ir. Después de los 25, las opciones para salir a divertirte se reducen considerablemente, y casi todas las otras chicas son menores que tú en las fiestas.
6. Críticas a los que hacen cosas estúpidas
Sí, nos referimos a los/as borrachos/as. Antes te divertías tomando como loca y sin pensar en las consecuencias, hoy sabes cuál es tu limite y cuando ves a jovencitos ebrios no haces más que criticar todas las tonterías que se les ocurre… Además de que las crudas cada vez se sienten más severas.
7. Te comienzan a interesar los adornos y muebles para el hogar
Sabemos que de pequeñas, la idea de acudir a tiendas de muebles no era precisamente la mejor idea, pero conforme van pasando los años, la sección de hogar de los centros comerciales se nos hace terriblemente atractiva… ¿Cierto?
8. Las frases de tu mamá y abuelita se convierten en tuyas
¿Recuerdas esas épocas en las que “te lo dije”, “tápate que hace frío”, o algunos refranes eran muy molestos para tus oídos? Entonces ¿qué pasó? Hoy en día son de tus frases favoritas y eso señala que la jovencita, ha quedado atrás… ¡Bienvenida sea la mujer!
9. Comienzas a cuidar tu alimentación
Sabes que si te excedes en grasas, engordas; si comes muchísimo picante no soportarás la gastritis; si comes cosas dulces corres el riesgo de padecer diabetes como tus abuelos; si comes sal, aguas con los problemas de presión como los de tu padre… En fin, la alimentación puede poner en riesgo tu salud y ese es uno de los temas que más te preocupan actualmente.
10. La gente de la televisión y la publicidad es más joven que tú
Seguramente, cuando eras una adolescente, veías a los galanes de la televisión como hombres hechos y derechos. Ahora, cuando enciendes ese famoso aparatito, lo único que ves es a muchos niños guapos más parecidos a tu hermano pequeño que a tu galán soñado.
¿Cuántos han pasado ya en tu vida?
¿Agregarías otro a la lista?