El equipo mexicano de la Liga de Matamoros vivió un torneo de Serie Mundial de Ligas Pequeñas, en Williamsport, cargado de emociones intensas y desafíos significativos, tanto en el campo de juego como fuera de él.
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Dentro de lo que fue la actividad de la novena tricolor en Little League World Series (LLWS), México terminó su participación en el ceramen, luego de caer ante la el conjunto de Venezuela (11-3).
Pero más allá del resultado, destacó la participación de los pequeños peloteros aztecas por la historia conmovedora de luto que acompañó a los jugadores en su travesía: la pérdida de su manager Ricardo Benavides Jr., quien falleció en noviembre pasado a causa de un infarto.
La tragedia impactó profundamente a los jugadores, quienes tuvieron que enfrentar la dura realidad de competir mientras lidiaban con la tristeza por la ausencia de su entrenador.
Benavides Jr. dejó una marca imborrable en la vida de estos jóvenes peloteros. Su recuerdo fue mantenido vivo en el campo de juego a través de un gesto conmovedor: un jersey con el número 90 y su apellido estuvo presente en el dugout durante cada partido del torneo, simbolizando la presencia continua de Benavides Jr. en el corazón de cada jugador.
A pesar del dolor y la pérdida, el equipo mexicano demostró un espíritu ejemplar y una fortaleza emocional admirables.
“Él siempre buscaba que los niños fueran al top, él buscaba el top, él no buscaba solamente venir a Williamsport. Él quería llevarlos más arriba para llevarnos para Matamoros lo que no nos hemos llevado: la Serie Mundial de Pequeñas Ligas (...). Creo que nos faltó un poco de tiempo por lo que pasó con mi hijo, pero los niños están llevando a cabo las enseñanzas que les dio Ricky”, dijo ”, dijo el padre del coach a ESPN.