Una campaña publicitaria, una iniciativa de Louis Vuitton, propició el reencuentro entre , dos de los iconos del mundo del tenis, fuera de las canchas, mano a mano en el ascenso a la cima de la cordillera italiana de los Dolomitas.

Un recorrido inmortalizado por la célebre fotógrafa Annie Leibotvitz en un periplo a 3000 metros de altura, al margen de la tensión de la competición, en plena calma, reflejo de la sensación que transmite el paisaje visual de las montañas, de la naturaleza.

Ambos protagonizaron algunos de los momentos más brillantes y espectaculares de la historia del tenis. Pero siempre, por encima, pretendieron plasmar los valores de la especialidad que proyectaron. Nunca se regalaron nada. Pero el respeto y la amistad siempre marcó el talante de uno y de otro. Quedó por encima de todo.

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"Algunos viajes se convierten en leyendas", reza la campaña puesta en marcha por Louis Vuitton, con ambos mitos del deportes a 3 mil metros de altura. No como rivales, sino como compañeros de aventura, de trayecto.

Con veinte victorias, Roger Federer rompió el récord de Grand Slam que después superó Rafa Nadal que aún compite con veintidós bajo el brazo, catorce de ellos en París, en Roland Garros.

"Sé cuantos iconos importantes han sido parte de esta campaña. Así que stoy personalmente muy orgulloso de ser parte de ella, especialmente de poder compartir la experiencia con Roger, una persona que ha pasado de ser mi mayor rival a un amigo cercano. A lo largo de mi carrera he logrado más de lo que jamás soñé. Al final del día me he dado cuenta de que el legado en términos humanos es el valor más importante", apunta Rafael Nadal.

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"Es una oportunidad única trabajar en esta campaña con Rafa. Ha sido genial empezar siendo rivales y luego, al final de nuestras carreras, estar uno al lado del otro en esta campaña. Y donde estamos hoy, aquí, creo que también lo encarna todo. Estar en la cima de las montañas es algo significativo y espeical para nosotros", añadió Roger Federer.

La naturaleza, la montaña como escenario. Leivobitz retrata a los tenistas en un paisaje sin igual. Cada uno en su estilo, a su manera. Con su personalidad y los valores que transmiten.

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