Juan Franco Alva, joven pelotero nacido el 10 de marzo de 2006, ha dado un paso trascendental en su carrera al firmar un contrato con los Miami Marlins. Con apenas 18 años, este prospecto se unió al sistema de desarrollo de la organización de Florida, marcando el inicio de su camino hacia las Grandes Ligas, un sueño que ha perseguido desde su infancia.
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“Estoy muy contento, muy feliz, muy agradecido. Es el sueño que he tenido toda mi vida; este es el primer paso para llegar a las Ligas Mayores y estoy muy contento de poder empezar esta nueva etapa de mi vida con este equipo”, expresó Juan Franco Alva, cuyo recorrido en el beisbol no es nuevo.
A pesar de su corta edad, ya cuenta con experiencia a nivel profesional. Desde hace dos años forma parte de la lista de reserva de Sultanes de Monterrey; además, en junio del año pasado fue drafteado por los Tomateros de Culiacán, lo que le permitió debutar en la Liga Mexicana del Pacífico en diciembre de 2024. Ahora, su talento lo lleva a un escenario aún más grande: el sistema de prospectos de las Grandes Ligas, donde sabe que el camino no será sencillo.
¿Qué espera Juan Franco Alva en esta nueva etapa de su carrera?
“Es una nueva etapa. Hay gente que va con la misma mentalidad y el mismo deseo que yo. Ahí es la prueba del fuego, donde se va a ver de lo que uno está hecho y tratar de dar lo mejor siempre al 100 por ciento, en cada entrenamiento, cada turno, cada rola, tratar de hacer los mejor posible”, comentó el ‘utility’, ya que es un parador en corto natural, pero que también puede desempeñarse como antesalista y hasta como jardinero derecho, posiciones en las que ha sido utilizado en la novena de Culiacán.
El amor del capitalino por el beisbol nació cuando apenas tenía dos años. Fue entonces cuando, al acompañar a su hermano mayor a los juegos de la Liga Olmeca, comenzó a sentir fascinación por este deporte.
“Desde pequeño siempre fue mi sueño, de querer hacer algo y nunca pasó por mi mente no dedicarme a esto, siempre traté de llegar a este punto de luchar por lo que quería. Cada vez que iba a entrenar, lo hacía con la mentalidad de buscar esta firma, y gracias a Dios se dio”, relató el joven, quien desde ese momento tuvo claro que su destino estaba en el diamante.
