En el mundo del beisbol se escriben a diario grandes historias que suceden en el diamante y por curioso que parezca, cuando se cree que se ha visto todo, suelen surgir anécdotas que demuestran todo lo contrario.
En esta ocasión fue el lanzador de los Pirates de Pittsburgh, Aroldis Chapman, quien se robó los reflectores en el montículo con un extraño momento.
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Todo ocurrió en el juego del pasado fin de semana, cuando los Cachorros de Chicago visitaron el PNC Park.
El duelo fue bastante cerrado, por lo que con la pizarra empatada a dos carreras por bando, el juego se fue a extra innings, y los filibusteros recurrieron a los servicios de Aroldis Chapman para lanzar en la décima entrada.
El serpentinero originario de Holguín, Cuba, lanzó dos tercios de la entrada permitiendo tres hits, tres carreras, un jonrón y dos bases por bola, lo que provocó que fuera visitado en la lomita, pero lo sorprendente de todo fue lo que aconteció en la reunión.
Una vez que el pitcher de los Pirates recibió la visita de uno de los coaches de la novena, lo curioso fue que en medio de la charla comenzaron a hacerle el manicure al lanzador, lo que llamó la atención de los aficionados y de los usuarios de las redes sociales toda vez que no es muy común que ocurran este tipo de cosas en el centro del diamante y en pleno juego.
Al final, Aroldis no pudo terminar la entrada, ya que al parecer el corte de uñas se debió a una posible lesión o a una cortada que presentó el pelotero cubano en la punta de los dedos, misma que pudo haberle impedido realizar de buena manera su labor.