quien es bicampeona olímpica en la carrera de ochocientos metros, no puede competir en su especialidad desde hace una década

La atleta sudafricana, Caster Semenya, lanzó un contundente mensaje: no se avergüenza por "ser diferente". Y es que, a lo largo de su carrera como deportista, la identidad de Caster ha sido objeto de críticas por sus altos niveles de testosterona. Sin embargo, en sus palabras, esto no la hace "menos mujer".

"Al final de todo, sé que soy diferente. Me dan igual los términos médicos y lo que me dicen. Nacer con útero o con testículos internos, no me hace ser menos mujer", externó en entrevista con BBC.

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Semenya, quien es bicampeona olímpica en la carrera de ochocientos metros, no puede competir en su especialidad desde hace una década. Esto, a raíz de que rechazó un tratamiento hormonal para disminuir sus niveles de testosterona. Pese a que, en julio, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) apeló que la atleta sufre de "discriminación", la situación de Semenya no ha cambiado.

¿La razón? La vigencia del reglamento de World Athletics. La deportista, nacida con diferencia de desarrollo sexual (DSD), supera los niveles de testosterona y pese al apoyo del TEDH, poco se pudo hacer ante las determinaciones del Tribunal de Arbitraje Deportivo y el Tribunal Federal SuizoPor ello, Caster está dispuesta a seguir con su lucha contra las autoridades deportivas. ¿Su objetivo? Pelear contra “la injusticia, por la inclusión y la diversidad".

"Las autoridades deportivas no tienen en cuenta la importancia del deporte femenino y tenemos que decidir sobre nuestros cuerpos, en función de lo que sea bueno para nosotras. No debe ser el otro sexo el que decida a qué tenemos que parecernos”, sentenció Caster Semenya.

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