El partido de playoffs de este sábado 18 de enero entre los Houston Texans y los Kansas City Chiefs comenzó con un regreso de patada inicial electrizante por parte de Kansas City, pero rápidamente se vio ensombrecido por un acto de violencia en la banca de Houston.
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Kris Boyd, cornerback de los Texans, perdió los estribos durante los primeros minutos del juego en la ronda divisional de la NFL.
El incidente tuvo lugar en el primer cuarto, justo después de una patada de inicio accidentada donde Boyd cometió un foul personal por rudeza innecesaria, posicionando a los Chiefs en una excelente zona para anotar.
Al regresar a la banca, Boyd fue confrontado por el entrenador de Equipos Especiales, Frank Ross, quien lo reprendió de manera severa. La reacción de Boyd fue inmediata y agresiva; se quitó el casco, lo lanzó al suelo, y luego empujó a Ross con ambas manos.
Este altercado no solo culminó en una penalización para Boyd, sino que también capturó la atención de los espectadores y analistas, desviando el foco del juego en sí. A pesar de este incidente, la defensa de los Texans logró contener a los Chiefs, limitándolos a solo un gol de campo inicial.
Boyd, quien firmó con los Texans en 2023, ha sido un jugador clave en los equipos especiales, participando en 365 jugadas en esa unidad y 48 en defensa durante los 17 partidos de la temporada regular.
Este comportamiento, sin embargo, podría tener repercusiones significativas en su carrera y en el equipo.
La escena desgaradable en el el juego de futbol americano fue captada por la transmisión de televisión, como uno de esos momentos para el olvido que ocurren en la intimidad de los equipos y la narración condenó esta agresión, ya que seguramente provocará que Boyd no vuelva al partido, como una medida disciplinaria, es probable que si no se disculpa de una manera convincente con sus coaches y con sus compañeros, probablemente tendrá que hacer maletas para buscar un nuevo trabajo.