Debido a que alimentaron de manera inadecuada a sus mascotas durante tres meses, una pareja australiana conformada por James Mckenzie y Megan Price, fue sancionada por las autoridades de su país.
La emisora de radio local, Australian Brodcasting Corporation, informó que los hechos sucedieron en mayo del 2020 en una ciudad del estado de Queensland, sin embargo, fue hasta ahora que se conoció el castigo que recibieron el hombre y la mujer.
De acuerdo con el medio, miembros de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals, RSPCA) realizaron varias visitas a la pareja entre mayo y abril del año pasado, en las que encontraron que Mackenzie y Price estaban alimentando a sus dos perros, de raza bull arab, con garbanzos, quinoa y arroz.
Esta dieta provocó que ambas mascotas, llamadas Roo y Ula, tuvieran un desequilibrio alimenticio que les ocasionó una grave desnutrición.
En ese momento, la pareja argumentó que habían tomado la decisión de alimentar a sus dos perros con esa clase de alimento porque se les acabó el alimento que habitualmente les daba y tampoco tenían dinero para comprarlo.
Roo (izquierda) y Ula (derecha). Foto: RSPCA
La RSPCA inmediatamente se hizo cargo de los dos animalitos y les dio un tratamiento para que volvieran a nutrirse y ganaran peso, pues ambos lucían demacrados y tenían graves deficiencias de calcio.
Ula respondió favorablemente a la intervención de los expertos, pero Roo presentó algunas complicaciones y tuvo que ser sacrificado. De acuerdo con Australian Brodcasting Corporation, la decisión de sacrificar a Roo, se tomó luego de consultar a tres veterinarios, quienes coincidieron en que lo mejor era “dormir” al perrito.
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Ante esta terrible situación, tanto Mckenzie como Price fueron acusados por los delitos de fracaso en el cuidado de un animal y fracaso en la crianza de un animal.
Ambos tendrán que pagar 7,000 dólares (unos 138,000 pesos mexicanos) y no podrán tener ningún tipo de mascota durante tres años.
La buena noticia de todo esto es que tras su recuperación, Ula encontró una nueva familia que la llena de amor y ahora se llama Scrappy Doo.
Con información de El Tiempo
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