Cada vez se vuelve más popular la dieta vegetariana y abundan las opciones de deliciosos platillos sin carne que puedes degustar. Pero quizá no sea una buena idea extender este estilo de vida a tu gato o perro, pues podría dañar su salud.
Aunque estemos acostumbrados a imaginar a los gatos devorando pescado o a los perritos royendo un hueso, lo cierto es que hay una tendencia en redes sociales que ha levantado polémica: volver a tu mascota vegetariana o vegana.
En De10.mx te contamos por qué podría ser una mala idea tomar esta decisión y cómo podría afectar la salud de tu amigo de cuatro patas.
A medida que el veganismo se hace más popular, cada vez más personas se preguntan si hay una forma de retirar la carne animal de la dieta de… otro animal, en este caso, las mascotas.
La huella de carbono que produce la industria de los alimentos para mascotas es una de las principales preocupaciones de quienes buscan una dieta “alternativa” para los animales de compañía.
En 2017 se estimaba que este sector, debido a la ganadería que emplea en su fabricación, arrojaba al aire el equivalente a alrededor de 64 millones de toneladas de CO2 al año. Para que te des una idea, esto equivaldría a conducir 13 millones de automóviles.
Además de los debates científicos al respecto, hay legislaciones específicas sobre el tema. En Reino Unido, por ejemplo, la Ley de Bienestar Animal obliga a los propietarios a dar a los animales domésticos “una dieta adecuada”.
Daniella Dos Santos, presidenta de la Asociación Británica de Veterinarios (BVA, por sus siglas en inglés), señala que, por ejemplo, los gatos son “carnívoros obligados”.
“Necesitan ciertas cantidades de aminoácidos para estar saludables y la falta de estos puede ocasionarles problemas de salud", agrega Dos Santos.
En particular los gatos no pueden producir ciertas proteínas, como la taurina, y deben absorber estas por medio de sus alimentos. Una alimentación vegetariana o vegana podría también provocarles problemas para absorber carbohidratos.
>Los perros son un tema aparte. Cuando fueron domesticados, los perros no solían comer siempre carne. Aunque en la vida silvestre los lobos se alimentan principalmente de la cacería, también consumen huevos, bayas y hierba.
En los canes sí están presentes genes de amilasa, lo que significa que pueden digerir el almidón de las plantas. Sin embargo, no todo es tan sencillo. Dos Santos indica que si se quiere alimentar a un perro de forma vegetariana, “tendría que hacerse bajo la supervisión de un nutricionista veterinario".
Es decir que, irnos a los extremos es malo, hablando en este caso de la alimentación para nuestras mascotas, una dieta balanceada en la que se incluya productos de carne y también vegetales naturales, podría ser la mejor opción para su salud y para la tranquilidad de su dueño.
Con información de BBC
No te pierdas de las últimas noticias de De10.mx en Google News, síguenos aquí
TARJETA: