A través de los últimos años, la narración deportiva en México ha sido marcada por grandes voces que han dado forma a las hazañas deportivas de nuestro país; sin embargo, en particular en el futbol, Christian Martinoli se ha convertido en uno de los cronistas favoritos de los aficionados del balompié nacional y de la Selección Mexicana.
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Al lado de personajes como Luis García, Luis Roberto Alves 'Zague' y Jorge Campos, el narrador de Azteca Deportes ha hecho un estilo único en las transmisiones de la empresa de Ricardo Salinas Pliego.
Más allá de su trabajo como comentarista deportivo, Martinoli no suele ventilar muchos detalles de su vida personal y el trato con sus seres queridos, como lo es su esposa y sus hijas; sin embargo, durante el podcast 'TuOtraPasiónMX', que conduce el periodista de espectáculos Estaban Macías, Christian se abrió y platico un poco acerca de cómo es su relación con sus herederas.
¿Qué fue lo que dijo Christian Martinoli sobre su forma de ser en casa?
"En mi casa soy muy exigente con mi hijas, pero también soy muy generoso, si ellas me responden en lo que yo les pido, como básicamente tendría qué pasar con cualquier menor de edad, que es: estudia y compórtate bien, socialmente hablando; si ellas procuran eso y hacemos que lo desarrollen, somos generosos en que si lo que les gusta está a mi alcance, voy a ser lo posible para que lo tengan", reveló Martinoli.
No obstante más allá del trato que les da a sus hijas, los consejos y apoyo moral y educativo, Martinoli reveló que suele ir a la escuela de sus hijas, donde narra partidos ¡de forma gratuita!.
Además, fiel a su estilo irónico bromeó con la idea de que a pesar de suele ir al colegio de sus hijas para narrar, no le hacen un descuento en las colegiaturas.
"Luego voy a la escuela y les hago narración de sus torneos de futbol a costo cero, porque aparte no me bajan un solo centavo de la colegiatura, o una pin... beca ¿no?, pero tampoco y ya como que les gustó, ya voy cada año", confesó entre risas el narrador.
"La vez pasada hasta al basquetbol me llevé al gordo Ayala, le dije: '¡échame la mano!'", agrego Martinoli.