En la década de los 90, la lucha libre mexicana vivió un apogeo sin precedentes, consolidándose como un fenómeno cultural, social y deportivo que unía a familias enteras frente a las pantallas de Televisa.
Las estrellas de la entonces Empresa Mexicana de Lucha Libre (hoy Consejo Mundial de Lucha Libre) como Atlantis, Octagón, Perro Aguayo, Blue Panther y los Hermanos Dinamita hacían vibrar a miles en arenas emblemáticas como la Arena México y la Coliseo.
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Las transmisiones de Televisa, con narradores como el Dr. Alfonso Morales, Arturo Rivera, Miguel Linares y Pedro ‘el Mago’ Septién, llevaron este espectáculo a cada rincón del país, creando un ‘boom’ que marcó una época.
Las voces de estos comentaristas dieron vida a las rivalidades del pancracio, pero una anécdota poco conocida sobre ‘el Mago’ Septién revela un lado curioso de su trayectoria.
El 'Mago', un ícono en la narración de lucha libre, boxeo y beisbol, tenía la peculiar costumbre de abandonar las transmisiones antes de que terminaran. ¿La razón? No quería quedarse sin transporte, ya que el Sistema de Transporte Colectivo Metro cerraba temprano y él dependía de este para regresar a casa.
Esta historia salió a la luz en el podcast 'Todos con Toño', conducido por Antonio de Valdés, quien tuvo como invitados a los comentaristas Raúl Sarmiento y Anselmo Alonso.
Durante la charla, los invitados recordaron sus inicios en el periodismo deportivo y hablaron de la lucha libre, un tema que marcó la carrera de Sarmiento.
Fue entonces cuando De Valdés mencionó entre risas: “El ‘Mago’ Septién se salía, no se quedaba a la última lucha porque le cerraban el Metro”. Sarmiento confirmó la anécdota, añadiendo que Septién era un personaje único, respetado pero con un carácter particular.
Sarmiento también compartió otro momento memorable sobre Septién.
En una ocasión, durante una transmisión, el ‘Mago’ decidió renunciar abruptamente a narrar lucha libre.
"Yo ahí conocí al 'Mago', mis respetos, era un tipazo, pero sí era un tipo especial. (...) Una vez estábamos en el camión, en producción, ya iba a empezar la lucha y que se para y nos dice: 'Ya no transmito', y nos dice: 'Chavos, se acabó, ahi nos vemos, aqui está lleno de 'garruña' y no quiero transmitir mas lucha libre'. Agarró su gabardina y le digo: 'oiga Don Mago, no nos puede hacer esto'. El mago respondió: '¿Cómo no?'... agarró su 'manto sagrado' (abrigo) y se fue", relató Sarmiento.
Esta salida de Septién abrió la puerta para que Sarmiento tomara un rol más protagónico en las transmisiones del pancracio, entrevistando a luchadores a nivel de ring y aportando color a las funciones antes de emigrar a futbol, donde se convirtió en uno de los referentes de la narración y análisis del balompié mexicano con su tradicional grito: "¡La pelota está en el fondo!".