En el mundo del periodismo deportivo mexicano, pocas figuras son tan reconocibles y respetadas como Enrique Burak. Con una trayectoria marcada por su pasión y conocimiento en disciplinas como el futbol americano de la NFL y el béisbol de las Ligas Mayores, el comentarista de TUDN ha narrado innumerables eventos de talla internacional, como Super Bowls y Series Mundiales.
Sin embargo, su relación con el balompié es peculiar. Aunque actualmente se declara detractor del futbol, en su juventud fue un ferviente aficionado del América, una revelación que ha sorprendido a muchos de sus seguidores.
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En una reciente entrevista en el podcast 'El Reportero', conducido por el exguardameta Yosgart Gutiérrez, Burak compartió detalles de su infancia y adolescencia, cuando el futbol no solo formaba parte de su vida, sino que incluso moldeó su vocación como cronista deportivo.
“Debo decir que actualmente (el futbol) me aburre, pero yo de niño quería narrar futbol, yo era super aficionado del América”, confesó.
El origen de su afición por las Águilas se remonta a la década de 1970, específicamente a la Final de la temporada 1971-1972, cuando el América perdió de manera contundente 4-1 ante Cruz Azul.
Paradójicamente, fue esa derrota la que lo llevó a inclinarse por el equipo de Coapa. “No sé por qué no le fui a Cruz Azul, que fue el que ganó”, admitió entre risas, recordando cómo figuras como Carlos Reinoso y Enrique Borja se convirtieron en sus ídolos de la niñez.
Burak también relató cómo sus visitas al Estadio Azteca, gracias a un palco que la empresa donde trabajaba su padre utilizaba para clientes, despertaron su interés por la crónica deportiva.
“La emoción de llegar al estadio, abrir la puerta del palco y ver el colorido del campo, el rugir de la tribuna me apasionó, me encantó”, narró.
Fue en esos momentos, al escuchar las voces de narradores legendarios como Ángel Fernández, a quien considera el mejor cronista de futbol en la historia de México, cuando decidió abandonar su idea inicial de estudiar arquitectura y dedicarse de lleno a la crónica.
A pesar de su entusiasmo inicial, Burak explicó que con el tiempo su interés por el futbol se desvaneció.
“Yo era de ir, ya un poco más grande, con un amigo todos los viernes que jugaba el América en el Azteca, ya en la época de Reinoso como técnico, pero después dejé de seguirlo”, reveló. "Y ahora, si te soy franco, los únicos partidos que veo completos son los de mi hijo", sentenció.