Este domingo no fue una noche dulce para los Rayados, que no pasaron del empate ante Toluca en calidad de locales, en un encuentro polémico por las decisiones arbitrales; sin embargo, después del silbatazo final, el amor se hizo presente.
Tras acabar el encuentro, Jordi Cortizo, uno de los jugadores de la afición rayada, se vistió de cupido y presenció uno de los momentos más tiernos y románticos del torneo.
El volante ofensivo de Rayados decidió regalar su playera a una persona; sin embargo, ahí comenzó la magia, ya que en cuanto el hombre recibió el jersey, se hincó para pedirle matrimonio a su esposa.
El momento acaparó todas las miradas y las sonrisas de los presentes, incluso de Cortizo, que solo pudo aplaudir lo emotivo de la escena.