Quién lo iba a pensar. El cambio de director técnico fue lo mejor que le pudo pasar al Guadalajara que ligó su segundo triunfo en fila al pasar sobre el Necaxa (3-2) en la cancha del estadio Akron.
Si, es verdad, las Chivas han derrotado a equipos de la parte baja de la tabla, primero Pachuca y ahora a los Rayos, pero el nivel de juego se ha elevado y lo mejor es que la gente lesionada ha regresado lo que le ha dado más armas al equipo que reconstruye Arturo Ortega.
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Y todo fue sin Roberto Alvarado, quien salió lesionado al inicio del juego, lo que fue la mala noticia de la noche para el chiverío.
Sí, en diez minutos todo se derrumbó para las Chivas. A los 5’, Tomás Baladoni aprovechó una distracción de la defensa tapatía a pelota parada para abrir el marcador, a pesar de la buena reacción de Raúl Rangel.
Y para acabarla, instantes después Roberto Alvarado, el mejor jugador del Rebaño en el torneo, salió lesionado.
Así el Guadalajara tuvo que comenzar a remar contra corriente sin su mejor jugador y ante unos Rayos que con la ventaja en la mano, reforzó la misión de guardar el cero en la portería.
Chivas tuvo la pelota, pero las opciones fallecieron por un pase mal dado, por una definición no concretada. Necaxa se salía con la suya.
Mas Arturo Ortega sacó sus ases. Metió en la segunda parte a Cade Cowell además de Yael Padilla y la cara cambió.
A los 50, Cowell punteó un servicio de Mateo Chávez para empatar. Cinco minutos después (55’) Ricardo Marín sacó la chistera para rematar con el tacón y anotar el mejor gol de la noche. Y Víctor Guzmán, quien habría ingresado por Alvarado tomó el balón de volea para dejar parado a Unsaín (59’).
Así como en diez minutos, en la primera parte, todo se derrumbó para Chivas. En quince del segundo tiempo, volvieron a construir el castillo.
El huracán en que se convirtió el Guadalajara amainó de forma natural, el mantener el ritmo no fue posible, pero el equipo tapatío no perdió el control, no perdió el balón.
Pero un error en defensa, una pelota a medio cortar, metió de nuevo a los Rayos por un gol de Ricardo Monreal (79’).
Los últimos minutos fueron dramáticos. Necaxa reclamó una mano que no tuvo que ser revisada en el VAR, y aunque pidió la hora, Chivas salió con la mano en alto, llegó a 21 puntos y avanzó al sueño de entrar a Liguilla de forma directa al llegar al séptimo sitio superando al Atlético de San Luis.
Necaxa, no es novedad, fuera de casa no alumbra.