Cinco minutos fueron suficientes para que Tigres pasara de la tristeza a la euforia en la cancha del estadio Universitario, mostrando ese orgullo que le permitió en pleno Clásico Regio venir de atrás y llevarse el triunfo (2-1) ante Rayados de Monterrey en la edición 140.
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Luego de un primer tiempo aburrido, sin intensidad, y con pocas oportunidades de peligro en las porterías, ambos equipos salieron con una mentalidad diferente para el complemento.
Ese cambio de actitud permitió al visitante lanzarse al frente y encontrar ante una imprudencia de Diego Lainez, quien cometió un penalti el primer gol del partido, luego de la definición de Sergio Ramos, quien venció el juego psicológico de Nahuel Guzmán (50').
Con la apertura del marcador, el juego empezó a ser más violento, causando daño en ambos equipos, quienes vieron a jugadores e integrantes del cuerpo técnico salir expulsados.
Con el tiempo cumplido y el Volcán totalmente apagado, los felinos encontraron la anotación del empate luego de un cobro de Sebastián Córdova.
El jugador mexicano aprovechó el pésimo actuar de la barrera, superando la presión y dejando sin oportunidad a Esteban Andrada (90').
El gol del empate provocó la locura en Tigres, que Impulsado por la grada intentó hasta el silbatazo final el triunfo, encontrando con un remate de cabeza de Nicolás Ibáñez el segundo (95').