Parecía que en el estadio Universitario, el guion se repetiría: visita de Pumas, ganan los Tigres, pero los capitalinos tenían más que decir.
Los Pumas estaban en la lona, perdían 2-0, pero el orgullo auriazul salvó la inminente derrota, empate a dos goles, en el estreno de Memo Martínez como goleador del equipo capitalino.
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En el primer tiempo, Pumas prácticamente no existió en ofensivo. El equipo que dirige Lema se partió, mucho para atrás, poco para el frente, lo que aprovechó Tigres para ir a sacar ventaja, alcanzándole para dos goles.
Y ante la ausencia de André-Pierre Gignac, que poco a poco será más seguida, apareció su relevo que en los demás equipos de la Liga MX, sería titular: Nicolás Ibáñez.
El primero esperando que el balón llega a donde él se encontraba (43’) y el segundo vía penalti (49’).
Parecía una tarde normal para los Tigres, ya que siempre que los Pumas lo visitan, salen con la mano en alto, pero no, algo tenía que decir el Universidad Nacional.
Tigres reculó, Pumas se acordó como atacar y Memo Martínez a concretar, anotando dos goles a su forma y costumbre: con la cabeza. El primero con cierta colaboración de Nahuel Guzmán (72’), el segundo de gran manufactura (76’).
Llegó Gignac, anotó pero con la mano. Justo empate.
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