Los futbolistas profesionales están acostumbrados a los lujos y a tener todo fácil, ya que es bien sabido que es una de las profesiones mejor remuneradas, no sólo en México, sino en todo el mundo.
Sin embargo, pocas personas conocen lo que hay detrás de todo eso, debido a que nadie imagina por lo que pasaron y batallaron para alcanzar el sueño de poder debutar y consolidarse en Primera División.
Lee también Paula González, esposa de Alexis Vega, presumió en redes sociales su viaje a Universal Studios
Hace un año, Luis Chávez hizo todo lo que estaba a su alcance para dar el salto de Pachuca al futbol de Europa, siendo el Dinamo Moscú el que le abrió las puertas para probar suerte en una Liga de más nivel.
Y pese a que actualmente es uno de los pilares de la Selección Mexicana y que puede presumir un alto sueldo, la realidad es que nadie imaginaría que el jugador con la zurda privilegiada llegó a vivir en la calle buscado el sueño de ser futbolista.
Miguel Herrera, en su primera etapa como entrenador de Xolos en 2015, vio muchas cualidades en Luis Chávez, por lo que de inmediato le dio una oportunidad en el primer equipo. Fue ahí donde se enteró de todas las dificultades por las que pasó el mediocampista.
“Con el tiempo empiezo a enterarme de muchas cosas por las que había pasado Luis desde chavo, que te dan para entender y decir: ‘este chavo sufrió para llegar, la sufrió bastante’.
“Algunos me contaban que se metía de contrabando a la casa club del Atlante para poder comer, para poder cenar. Que durmió varias veces debajo de un puente, cerca ahí de Zaragoza, donde estaba la casa club. Lo sacan de esa casa club, porque no era jugador del Atlante, él se estaba probando por todos lados”, comentó en Fox Sports.
Por otra parte, el Piojo confirmó que Juan Arango, venezolano que tenía un excepcional disparo de media distancia, fue quien le dio consejos a Chávez para perfeccionar sus tiros libres.
“Yo empiezo a ver los entrenamientos porque no podía dirigir, recién había salido de Selección, entonces veo entrenamientos y ahí llega mi primer acercamiento con Chávez. Recuerdo que estaba detrás de una de las porterías viendo el entrenamiento y de repente veo que Juan Arango agarra a Chávez y empiezan a patear. Todos sabíamos lo que era Arango pateando tiros libres, era impresionante, pero al chavo (Luis Chávez), lo agarra y le dice: ‘hazlo así, por acá, tienes que hacer esto’. Yo veía la calidad y cómo tiraba el muchacho, una calidad y fuerza impresionante, un tiro libre tras otro, todos iban adentro”, finalizó.