Ante una gran fiesta por parte de sus aficionados, América llegó con anticipación de dos horas al Estadio Azteca, previo a la Gran Final de Vuelta contra Tigres.
Así como llegaron, André Jardine y su cuerpo técnico salieron al terreno de juego e inmediatamente fueron vitoreados por la afición azulcrema.
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Sin embargo, hubo alguien que llamó más la atención. Miguel Layún salió con audífonos, saludó a la afición y se dirigió al centro del campo. Sentado en un balón, comenzó el adiós.
El lateral de las Águilas escuchaba audios en su celular, sonreía, se llevaba las manos a la cara. Conmovido porque sabe que disputará su último partido como jugador profesional.
"Olé, olé, olé, Layún, Layún", retumbaba en la cabecera norte del Coloso de Santa Úrsula, pero él seguía en su momento de solitario ante miles de miradas.
Hoy Miguel Layún dirá adiós a las canchas y podría hacerlo como campeón, con su tercer título como jugador del América (2013 y 2014). Hoy se cierra la cortina de una plausible carrera en el futbol mexicano.
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