La Liguilla de la Liga de Expansión MX se vio marcada este domingo por un violento enfrentamiento entre Alfonso Sánchez, jugador de Dorados, y Max García, del Atlante.
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El partido, celebrado en el Estadio Hidalgo, se encontraba 2-0 a favor de los Potros de Hierro cuando una falta de Sánchez desató un altercado inesperado en el minuto 70.
Sánchez, en un intento de detener un contragolpe peligroso de García, cometió una falta dura que le valió su segunda tarjeta amarilla, lo cual derivó en su expulsión del partido.
La tensión creció cuando, al incorporarse, Max García intercambió palabras con su rival. Sánchez, visiblemente caliente, reaccionó con una agresión física: propinó un cabezazo a García en la frente, acompañado de un jalón de cabello.
El incidente no pasó desapercibido para el árbitro central Salvador Pérez, quien se encontraba a pocos metros de ambos jugadores.
La agresión de Sánchez desató una serie de empujones y tensiones en el campo, lo que obligó a que jugadores de ambos equipos intervinieran para separar a los involucrados y evitar que la situación escalara aún más.
Pese a haber recibido el golpe, García también fue expulsado tras el altercado, lo cual dejó a ambos equipos con un jugador menos en el terreno de juego.
Este desafortunado episodio opacó el rendimiento de Atlante, que, con su victoria de 3-0, aseguró su pase a las semifinales de la Liga de Expansión MX.
El equipo azulgrana avanzó con un marcador global de 4-3 y ahora se enfrentará a Celaya, que eliminó a Venados en su serie de cuartos de final.
La pelea entre Sánchez y García generó varias reacciones redes sociales, donde los aficionados han expresado su indignación por el nivel de violencia en el campo.
Hasta el momento, la Comisión Disciplinaria no ha anunciado las posibles sanciones para ambos jugadores, lo podría afectar en su mayoría al equipo azulgrana toda vez que continúa con vida en la búsqueda del titulo del presente torneo.