La Selección Mexicana tiene nuevo entrenador: Javier Aguirre. El Vasco vivirá su tercera etapa en el banquillo nacional, recordando que estuvo en los procesos de Corea-Japón 2002 y Sudáfrica 2010.
Cabe destacar que en las dos anteriores también los hizo a manera de bomberazo, debido a que la situación no estaba bien con Enrique Meza y Sven-Göran Eriksson, respectivamente. Ahora le tocó entrar en el lugar de Jaime Lozano.
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La afición no está nada contenta con la designación de Javier Aguirre como entrenador de la Selección Mexicana. Y no es para menos, ya que son más los sinsabores que alegrías mientras él estuvo al frente del combinado nacional.
En el Mundial de 2002, México perdió de manera humillante ante Estados Unidos en Octavos de Final. Para el Copa del Mundo de 2010, el Tri no metió ni las manos en la misma instancia ante Argentina.
Sin embargo, hay otro momento polémico en la gestión del Vasco en el banquillo tricolor que le dio la vuelta al mundo. Ese se dio en la Copa Oro de 2009, cuando se enfrentaron a Panamá en el segundo juego del Grupo C.
En la recta final del partido que se llevó a cabo en el Reliant Stadium, Houston, Ricardo Phillips peleaba el balón con fausto Pinto, justo en la banda donde estaban las bancas de ambos equipos.
El esférico estaba a punto de salir, cuando se la nada Aguirre le tiró una patada al jugado panameño, quien desconcertado por la acción de inmediato se fue en contra del entrenador mexicano, generándose un conato de bronca.
La imagen del Vasco Aguirre pateando a un rival le dio la vuelta al mundo, ya que no es nada común ver ese tipo de acciones. El timonel de México recibió únicamente tres partidos de sanción.
Amos más tarde, Javier Aguirre rompió el silencio y reveló por qué decidió patear a Ricardo Phillips. El entrenador dijo que todo se debió a la frustración de no ver s su equipo meter fuerte la pierna contra sus rivales, por lo que les puso el ejemplo.
“Los regañé, porque tuve que dar una patada que ellos no se atrevieron a dar en campo. Puse el ejemplo, mal, pero se los puse. Tenía los ojos inyectados de sangre, nos estaban comiendo el terreno”, comentó.