Marco Antonio Ortiz Nava, mejor conocido como el Gato, una vez más está en el ojo del huracán. Recién salió a la luz que en la Comisión de Árbitros decidieron mandarlo a un psicólogo, debido a que había comenzado a tener malas actitudes, por lo que debía moderar su carácter.
La mayor muestra la dio en la Jornada 5, última en la que tuvo acción, debido a que en el choque entre Mazatlán y Pachuca, el Gato Ortiz se hizo de palabra, encaró y dio un manotazo a Gustavo Cabral, por lo que lo mandaron un par de semanas a la ‘congeladora’.
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El Gato Ortiz se ha convertido en el árbitro más polémico del futbol mexicano. El silbante marcó un penalti dudoso en la Final del Clausura 2024 entre América y Cruz Azul, mismo que le dio el título a los azulcremas, por lo que se echó a la afición celeste encima y a todos los detractores de las Águilas.
Pese a la controversia, el nazareno fue galardonado por la FMF con el Silbato de Oro, que lo reconocía como el mejor silbante del Clausura 2024. Tras los premios, más de uno comenzó a señalar que al Gato ya se le había subido la fama.
Y todo eso, aunado al conato de bronca que tuvo con el jugador de Pachuca, Gustavo Cabral, fueron determinantes para que fuera suspendido y enviado a un psicólogo para que trabajara en sus formas.
Sin embargo, parece que al Gato Ortiz poco le importan esas decisiones, debido a que aparentemente en sus redes sociales se burló del hecho de que en varios medios señalaron que necesita ayuda psicológica.
En una historia de Instagram el árbitro ironizó con el hecho de que necesita ir al psicólogo: “Ojalá, porque sí hace falta”. Además, hizo otra publicación en la que pone el fragmento de una canción con la que se burla del tema.
“Temo que sí… Has perdido la cabeza, estás completamente loco. Pero te diré un secreto: las mejores personas lo están”, fue uno de sus posteos del Gato Ortiz.