El futbol mexicano vuelve a ser protagonista de un episodio lamentable que empaña su imagen.
Esta vez, los reflectores se posaron sobre las categorías juveniles, específicamente en un partido de la categoría Sub 19 de la Liga MX disputado entre Cruz Azul y Querétaro en las instalaciones de La Noria.
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Lo que debía ser un partido normal terminó convirtiéndose en una verdadera escena de caos, con una pelea campal entre los jugadores que ha dado de qué hablar tanto a nivel nacional como internacional luego de que las escenas se hicieran virales en las redes sociales.
El encuentro, que tuvo lugar en una de las canchas de entrenamiento de Cruz Azul, estuvo marcado desde el inicio por un ambiente tenso.
¿Qué fue lo que desató la bronca entre celestes y queretanos?
Las jugadas fuertes y las entradas al límite fueron una constante a lo largo del partido, lo que llevó al árbitro Luis Villafuerte a mostrar siete tarjetas amarillas como medida para intentar mantener el control.
Sin embargo, el esfuerzo del silbante no fue suficiente para evitar que la situación escalara hacia un desenlace violento.
El punto crítico llegó en los minutos finales, cuando el partido estaba por concluir.
Un momento de tensión entre futbolistas de ambos equipos derivó rápidamente en una batalla campal.
Jugadores de La Máquina y los Gallos Blancos intercambiaron golpes de puño ante la incredulidad de quienes presenciaban el encuentro.
La trifulca obligó al árbitro a mostrar un total de seis tarjetas rojas, tres por cada bando.
Por el lado de Cruz Azul, Jeyson Durán, Marcio Araujo e Ian Ramírez fueron expulsados, mientras que Joaquín Cruz, Pablo Muñoz y Emiliano Guerrero recibieron el mismo castigo por parte de Querétaro.
Entre las figuras destacadas que acudieron a calmar los ánimos estuvieron Iván Alonso, director deportivo de Cruz Azul, y Mathías Cardacio, gerente de futbol del club celeste.
Hasta el momento, ni Cruz Azul ni Querétaro han emitido un comunicado oficial sobre lo sucedido. La atención ahora está puesta en la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), que deberá analizar el caso y determinar las sanciones correspondientes.
