El 19 de junio de 2005, fue una fecha trágica e inolvidable para el exentrenador argentino Rubén Omar Romano, entonces timonel de Cruz Azul que, al salir de un entrenamiento, fue secuestrado y privado de su libertad por más de 60 días.
Recientemente, en el podcast de Yosgart Gutiérrez, exportero de La Máquina, Romano recordó cómo fue esa terrible experiencia que paralizó al futbol mexicano.
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Romano confesó que "iban por el Cruz Azul, no por el personaje. Lo primero que hicieron fue para preguntarme a mí el número de Billy Álvarez y no se los di porque no les iba a dar el número de Billy Álvarez y lo único que tenía grabado en mi cabeza era el número de mi auxiliar que era Isaac (Mizrahi). Empezaron a hablar con él".
¿Cómo fue ese día par Rubén Omar Romano?
"Fue saliendo de La Noria, normal. Yo siempre salía sólo, mi familia se había ido tres o cuatro días antes a Argentina y de repente aparecieron. Se me aparecieron gente con armas largas, yo pensé que era un robo pero no, me bajaron de la camioneta, se les escaparon un par de tiros, me subieron a un auto y a los 15 o 20 minutos me subieron a la cajuela de otro auto. Viente minutos después estaba en una casa todo tapado de la cara 65 días" agregó el protagonista de una historia terrible, que quedó grabada en la memoria de todos los seguidores del futbol mexicano.
"La única vez que me bañé fue cuando pensé que me iban a soltar pero no, escuché los audios y me iban a vender a otra banda", recordó Romano.
Finalmente, quien fuera entrenador de otros equipos como Pachuca, Atlas, América, Monarcas y Mazatlán, entre otros, recordó que él sólo quería volver a pisar un campo de juego y así lo hizo tres días después de su liberación.
Incluso, en la cancha del estadio Azul posó con la camiseta que decía 'Gracias A.F.I', haciendo referencia a la Agencia Federal de Investigaciones, por ser quienes lo rescataron a través de un operativo realizado en la delegación Iztapalapa.