cayó este domingo ante el Puebla en casa, concluyendo un torneo lleno de fracasos y decepciones, donde sumó 10 encuentros perdidos, cinco ganados y dos empates, finalizando en la posición 16 de la tabla, solo por encima de Atlas y Necaxa.

Ante este rotundo fracaso, la directiva de Cruz Azul ya comenzó a planificar el siguiente torneo con la única intención de modificar el rumbo de La Máquina y regresarlo a los primeros planos. Para ello, a los cambios de director deportivo y entrenador, habrían sumado dos bajas en el plantel.

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Con la finalización del torneo, la directiva se habría puesto como objetivo la llegada de un portero de talla, que haya demostrado su calidad en México, por lo que nombres como Camilo Vargas, Thiago Volpi o Agustín Marchesín serían relacionados con La Máquina, por lo que Sebastián Jurado estaría en la rampa de salida de La Noria.

Además de Jurado, el otro jugador significaría un golpe a la afición, ya que Ignacio Rivero, uno de los jugadores pilares del conjunto celeste, pieza clave del título de 2018, tendría los días contados como jugador de Cruz Azul. Su edad (31 años) y su estatus de No Formado en México, imposibilitarían que la directiva le amplíe un contrato que finaliza en junio de 2024 y donde podría irse libre.

Con la intención de buscar un portero extranjero, Cruz Azul aprovecharía la plaza que dejaría Rivero para ocuparla con un meta. Ambos jugadores aún dependen de la palabra de Iván Alonso y del nuevo técnico, Martín Anselmi, quienes podrían revertir su situación.

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