El Guadalajara estuvo a segundos de un ridículo más. A los 99 minutos, vino un centro a la desesperada al área del Cibao FC, el cual fue rematado por el joven Luis Rey que lo metió a la portería y así las Chivas, sí, el Rebaño Sagrado rescató un empate (1-1) contra un equipo de República Dominicana en el duelo de ida de la primera ronda de la Copa de Campeones de la Concacaf.
El cuadro tapatío hizo debutar a Alan Pulido, lo metió junto a Javier Hernández pero un novato fue el que rescató el barco que no está del todo a salvo. Las Chivas están en una gran crisis, un gran tobogán al que no se le ve fin.
Esto solo fue un paliativo.
Cinco juegos sin ganar. Cuatro en la Liga y ahora en Concacaf. ¿Esto hará que el proyecto de Óscar García Junyet se tambalee más?
No corría siquiera el minuto uno de juego cuando las Chivas se metieron en problemas, ya estaban abajo en el marcador.
Roberto Alvarado perdió un balón en la salida y este la cayó al que más sabe con el balón en el Cibao, el colombiano Juan Díaz, quien de fuera del área sacó un obús raso que venció a Raúl Rangel.
Así que el Guadalajara al inicio del juego ya tenía que remar contra la corriente.
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El cuadro dominicano ya había cumplido la mayor parte del plan trazado, ponerse en ventaja, ahora solo le faltaba aguantar durante más de 90 minutos.
Por lo menos en el primer tiempo lo hizo. Chivas se estrelló una y otra vez en la muralla caribeña, y por si fuera poco, Juan Díaz seguía generando peligro para el Cibao.
Entró Alan Pulido para la segunda parte. La presencia del delantero campeón con Chivas en el 2017, se notó de inmediato, el equipo recuperó orden y llegada gracias también al acomodo por las bandas de Cowell y Alvarado, más los balones que mandaban desde medio campo Luis Romo y Fernando Beltrán.
Hubo llegadas de gol, balones sacados en la línea de juego.
Pero la ilusión duró poco tiempo, el ansia hizo que Chivas perdiera lo ganado. El Cibao pudo anotar el segundo así que era hora de medidas desesperadas.
Entró Javier Hernández y el caos se desató en el cuadro tapatío. Nadie guardaba posiciones, nadie mandaba centros, nadie tomaba la pelota.
Se agregaron nueve minutos más, y en la compensación de la compensación vino el centro a la desesperada que cazó Luis Rey para empatar el juego.