En el mundo del futbol suele ser muy común que los de un equipo hagan una gran química y eso beneficié a su respectivo club en el desempeño dentro de la cancha; sin embargo, en ocasiones también puede ser que la relación entre algunos jugadores no sea la mejor, generando momentos de tensión que incluso pueden encender los focos rojos, tal y como sucedió en algún momento con dos futbolistas del balompié colombiano.

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El exdelantero Wilder Medina confesó en el programa 'Se Dice De Mí' de Caracol TV que estuvo a punto de segar la vida de Camilo Vargas, actual portero del Atlas de la Liga MX y cancerbero de la selección de Colombia.

Lo que parecía una simple rivalidad entre compañeros de equipo en el Independiente de Santa Fe se transformó en un relato cargado de tensión, alcohol y un desenlace que bien pudo haber teñido de luto al deporte.

¿Cuál fue la terrible confesión de Wilder Medina sobre su relación con Camilo Vargas?

Medina narró cómo su mala relación con Vargas, combinada con un mal momento personal y profesional, lo llevó al borde de un acto irreparable.

"No lo llevaba muy bien con Camilo. Me imagino que es la personalidad de él. Llegaba y no saludaba, siempre saludaba a tres o cuatro y al resto entonces no", confesó el exfutbolista, dejando entrever una distancia que, con el tiempo, se convirtió en resentimiento.

Pero fue un episodio específico el que marcó el punto de quiebre: la Final perdida ante Atlético Nacional en el Estadio Nemesio Camacho 'El Campín', en Bogotá.

Aquel día, el vestuario de Santa Fe fue testigo de un contraste doloroso. Mientras Medina lloraba la derrota, Vargas, con una calma que al exdelantero le pareció indiferente, dijo: "Ya, tranquilos, perdimos la Final, no pasa nada".

Esas palabras, lejos de apaciguar los ánimos, encendieron una furia contenida en Wilder. "A mí se me vino todo y me fui a darle puños", admitió.

Desde ese instante, una idea oscura comenzó a germinar en su mente: "Yo dije, ‘le meto un tiro a ese muchacho y le acabo el fútbol, así me toque ir a la cárcel, yo lo pago’".

El exjugador, atrapado en las garras del alcoholismo y con un historial de problemas disciplinarios, estuvo a punto de convertir su pensamiento en realidad. Planeó llegar a un entrenamiento en estado de ebriedad, armado y dispuesto a todo. Sin embargo, el destino tuvo otros planes. Una llamada del presidente de Santa Fe, frenó lo que pudo haber sido una tragedia.

"Imagínese lo que hace el licor y las armas. Don César me llama y me dice, ‘mijo, ¿cómo está?’. Sabía que yo había llegado tarde y estaba tomado", relató Medina. Esa intervención evitó que el portero rojinegro cruzara un umbral sin retorno.

Hoy, años después, Wilder mira atrás con una mezcla de arrepentimiento y alivio. "Habría dejado a la selección Colombia sin uno de los mejores arqueros en este momento, el titular", reflexionó, consciente de la magnitud de lo que estuvo a punto de ocurrir.

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