Benjamín Galindo, quien durante las décadas de los 80 y 90 destacó por su habilidad para golpear el balón con ambas piernas y se convirtió en uno de los mejores centrocampistas de su tiempo, tuvo un reciente plática con el también exfutbolista Oswaldo Alanis, a quien le confesó que en alguna ocasión vivió un trago amargo al haber sido víctima de la delincuencia.
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El 'Maestro Galindo', quien es especialmente recordado por su habilidad en el cobro de penaltis y su técnica de juego, debutó profesionalmente en 1979 con el Tampico Madero y jugó para varios equipos del futbol mexicano; sin embargo fue en las Chivas donde pasó casi la mitad de su carrera y con el cual más se identificó. Aunque también defendió los colores de Cruz Azul, Santos y Pachuca, equipos con los que, al igual que con el Rebaño, ganó títulos de Primera División.
En mayo de 2020, sufrió un derrame cerebral, situación que marcó un antes y un después en su vida, pero también convirtiéndose en un ejemplo e inspiración para muchos debido a su notable resiliencia.
Recientemente, el legendario jugador de las Chivas y de la Selección Mexicana tuvo una conversación con el también exjugador del equipo rojiblanco Oswaldo Alanis, a quien recordó uno de los episodios desafortunados de su vida.
Y es que el exmediocampista recordó que en alguna ocasión fue víctima de la delincuencia, luego de que le robaran varios relojes de una gran colección que tenía además de un automóvil de lujo.
¿Qué fue lo que le robaron a Benjamín Galindo?
"Fíjate que a mi me encantaban los relojes y una vez me robaron", comenzó diciendo el 'Maestro'.
"Y tenía, me imagino, varios", comentó Alanis a Galindo quien reveló que su colección constaba de 200 piezas.
"Me robaron hasta un Audi. Estaba de viaje, estaba en Estados Unidos y mi señora estaba en Chapala, y hasta que la chiquita (su hija) por teléfono me dijo 'Nos robaron, papá'... Lo importante fue que no les pasó nada, te das de topes. Al final tuve la posibilidad de comprar cuatro y ya no más", detalló el exjugador al agregar que los amantes de lo ajeno no se llevaron el reloj más caro de su colección.
"Y fíjate que se les cayó el mejor, un Rolex, se les cayó y lo encontré debajo de un mueble que teníamos", rememoró Benjamín Galindo.
