La historia de Andrés Guardado en la Selección Mexicana tendrá un capítulo más. El Principito dirá adiós a la Selección Mexicana está noche, en un merecido homenaje frente a Estados Unidos en el Estadio Akron.
Sus cinco Mundiales, 182 partidos y logros alcanzados con el Tricolor lo colocan como uno de los jugadores más históricos y acariciando la palabra leyenda. Hoy, se despide dejando ejemplos a las nuevas generaciones.
“Obviamente es lo ideal, a nivel personal, siendo egoísta, en el partido que voy a vivir, me encantaría que la selección ganara. Confío en el equipo, saben lo que es un Clásico, Estados Unidos vs México siempre se juega así, deseando que todo salga bien", expresó el jugador del León.
Para Guardado es difícil elegir su mejor época en la Selección Mexicana; sin embargo, se queda con dos equipos por dos momentos puntuales: los Mundiales Brasil 2014 y Rusia 2018.
“Difícil quedarme con una, pero yo creo 2014 y 2018, creo que son los mejores, en su momento Miguel, después de su eliminatoria, nos vamos a repechaje, construimos un equipo muy rápido, construyó una familia, estuvimos cerca del quinto partido, en 2018 porque fue el primer Mundial como capitán, el vivir ese partido contra Alemania, ese momento, fue especial", explicó el Principito.
Pero el liderazgo de Guardado siempre fue más allá de lo hecho en el terreno de juego. Andrés siempre intentó inculcar valores y sentimientos en torno a la Selección Mexicana y en esta concentración no fue la excepción.
"Lo que yo quise transmitir es eso, que ponerse la playera no es fácil, es un privilegio estar aquí, no es un sufrimiento, se los decía ahí mismo, sentía que mis últimas convocatorias los chavos ya estaban así, pero simplemente transmitirles que son privilegiados”, concluyó el surgido del Atlas.