No hay ninguna duda que André Jardine convirtió a este en un equipo de época. El brasileño llegó sin reflectores a un club necesitado de glorias y, en poco tiempo, llenó sus vitrinas de trofeos.

Esta noche en Monterrey, Jardine convirtió al América en el primer equipo tricampeón de la historia de los torneos cortos, motivo suficiente para cumplir su sueño.

Al ser cuestionado, en conferencia de prensa después de la final, si ya dimensiona el lugar que ocupa en la historia azulcrema, el brasileño aseguró que “es difícil entender la repercusión, yo tenía mi sueño de estar en América y entrar en la historia del América, ser un entrenador querido, que el día que toque salir sea por la puerta de enfrente y por eso estoy trabajando mucho, concretamos algo que hace dos años parecía un sueño y se está haciendo realidad”.

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Así mismo, el entrenador de 45 años confesó que este campeonato, el primero en condición de visitante en la historia del América, fue el más difícil en comparación con los pasados frente a Tigres y Cruz Azul.

“Este torneo fue el más complicado, no tener el Azteca nos pesa bastante, extrañamos mucho al Azteca, al mismo tiempo todas las dificultades, empezó con la Copa América, fueron lesiones que nos complicaron, empezar mal, asimilar las críticas, en un club de mucha presión, en la fecha seis parecían partidos decisivos, sabiendo que no todos están en su mejor nivel, sin tener un estilo de juego por la ausencia, es un grandísimo trabajo, incluido a los jugadores, jornada a jornada, sabiendo que este formato de torneo lo más importante es llegar a la Liguilla, y dentro, ser competitivos, de alguna forma teníamos chance de salir y aquí estamos”, declaró.

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