"Queremos la 16", dijo Emilio Azcárraga Jean a los jugadores del América en los festejos por el Bicampeonato. Seis meses después llegó el soñado tricampeonato.
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Hoy, en los festejos por alcanzar su campeonato número 16, el propietario de las Águilas tomó el micrófono y además de agradecer a la afición que se dio cita en el Coloso de Santa Úrsula, ya advirtió que van por el 'tetra'.
"Mi esposa, Sharon, me regañó cuando ganamos el primer título porque pedía el Bicampeonato, luego, cuando ganamos, me volvió a regañar porque pedí el Tricampeonato, pero aquí estamos y vamos por el Tetra, como debe ser", lanzó el líder de la cúpula americanista.
Asimismo, destacó la importancia que torneo a torneo reciben por parte de la fanaticada de los capitalinos para conseguir los títulos que hoy los tienen como el equipo más ganador del futbol mexicano
"Hace año y medio creo que nadie pensábamos estar aquí y lo primero que quiero es agradecer a toda la afición de América, es una afición muy crítica, muy sólida y esas críticas hacen que todos los días esté equipo sea el único en la Liga que se presente donde se presente, siempre quiere ganar en cualquier oportunidad que haya", agregó Azcárraga Jean.
La afición del América respondió de gran forma a la convocatoria que lanzó du equipo para celebrar también los títulos que consiguieron los dos equipos de amputados y débiles visuales y ciegos.
Con un recorrido por periférico sur, avenida del Imán y Circuito Azteca, los azulcrema recorrieron las calles mientras eran vitoreados por toda la afición americanista; al llegar al Coloso de Santa Úrsula, a las 20:00 horas, la fiesta estalló ante los miles de seguidores que esperaban por su arribo.
Uno a uno fueron bajando del turibus mientras los fanáticos coreaban su nombres; otros que también hicieron el recorrido fueron los equipos de amputados y débiles visuales que también forman parte de la institución capitalina.
Los jugadores, arriba del autobús firmaban playeras, ondeaban banderas y hasta bebian cerveza, porque la fiesta lo ameritaba. Al llegar al escenario, un coro de niños entonó el himno del América y la locura de los seguidores era máxima.