¡Qué manera de apagar el fuego sagrado, Chivas! En un Clásico Tapatío que terminó siendo más un funeral que una fiesta futbolera, el Guadalajara empató 1-1 con Atlas y firmó su boleto de salida del Clausura 2025.
El Estadio Jalisco fue testigo de otro capítulo de la tragicomedia rojiblanca, con un Gerardo Espinoza que, con las manos en los bolsillos y la mirada perdida, parecía ya estar buscando el camión de mudanzas. ¡Adiós Liguilla, hola abucheos!
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El empate en el clásico tapatío (1-1) resultó el mejor colofón a otro desastroso torneo del Guadalajara, en el que ni siquiera le alcanzó para terminar entre los 10 primeros lugares de la tabla.
Eso explicó el ensordecedor abucheo que acompañó al vestuario a un Rebaño que ya no tiene nada de sagrado, porque ha perdido la capacidad —incluso— de meterse a la fase final por la puerta de atrás.
El ímpetu del juvenil Hugo Camberos no alcanzó. El Guadalajara ha vuelto a fracasar.
¿Cómo fue el desarrollo del partido?
El partido arrancó con un Rebaño que, por momentos, quiso mostrar garras. Al minuto 31, un autogol de Martín Nervo puso a Chivas arriba. Pero la alegría duró menos que un suspiro en un partido de alarido.
Apenas cuatro minutos después, Uros Djurdjevic, el zorro balcánico del Atlas, clavó el empate con un derechazo que hizo temblar las redes y el orgullo rojiblanco. ¡1-1 y a sufrir!
Hugo Camberos, el juvenil que quiso ser héroe, corrió, luchó y hasta recibió faltas como si le pagaran por ellas, pero ni su ímpetu pudo salvar al Rebaño.
Con el silbatazo final de Víctor Cáceres, los abucheos cayeron como lluvia en el Jalisco. Los aficionados, con el corazón roto y la garganta afónica, despidieron a un equipo que ni para el Play-in alcanzó.