Al término del partido entre la Selección Mexicana y Venezuela en la Copa América, que concluyó con una derrota por 1-0 para México debido a un gol de penalti convertido por Salomón Rondón, se vivieron momentos de tensión entre los aficionados de ambas selecciones en las tribunas.
El encuentro, válido por la Fase de Grupos, se disputó en el SoFi Stadium del Los Ángeles, California, y dejó a los seguidores mexicanos frustrados por el resultado adverso.
Lee también Christian Martinoli, Luis García y Perro Bermúdez presumieron su foto antes del México vs Venezuela
Los aficionados mexicanos expresaron su decepción y descontento por la actuación del equipo dirigido por Jaime Lozano, especialmente después de haber dominado gran parte del encuentro sin poder concretar sus oportunidades frente al arco rival.
La derrota aumentó la presión sobre el cuerpo técnico y los jugadores, quienes enfrentan un escenario complicado para avanzar en el torneo continental.
Por otro lado, los seguidores venezolanos no desaprovecharon la oportunidad para celebrar la victoria de su selección. Desde las gradas, se escucharon muestras de júbilo por el gol de Rondón y el resultado final que favoreció a la Vinotinto.
¿Cómo fueron los momentos de tensión entre los aficionados?
La atmósfera en el estadio reflejaba la rivalidad y la intensidad propia de un torneo como la Copa América, donde cada partido es crucial para el destino de las selecciones participantes.
Las redes sociales también fueron testigo de la polarización entre ambas aficiones al final del partido, sobre todo en un video que está circulando donde se puede apreciar que hasta hubo encontronazos.
En una de las grabaciones se ve como un grupo de seguidores de la Selección Mexicana abandona la zona de butacas para abandonar el inmueble y son interceptados por un fan de la Vinotinto; y en respuesta uno de los fanáticos del Tricolor responde rápidamente con un emoujón.
Sin embargo, afortunadamente no se ve que lleguen a los golpes, pero fue un claro reflejo de que el resultado dejó un sabor a frustración en los mexicanos, mientras que en lo venezolanos dejó un gran alegría.