Neymar se lastimó de forma terrible en febrero de este año, en una lesión que lo orilló a atravesar el quirófano y lo alejó hasta 130 días de las canchas, de hacer lo que más le gusta, gustar futbol. Lo dejó sin poder competir en Champions ante el Bayern en Octavos de Final y consumó unos meses terribles, desde la eliminación del Mundial en Cuartos de Final.
Se recuperó, y en verano apareció, primero con el PSG en vísperas de una nueva temporada. Se confirmó su traspaso al Al-Hilal, en lo que era una oportunidad para comenzar de nuevo. Inició con el pie derecho, a pesar de llevar un solo gol con ese jersey, además, la vida le sonrió con el nacimiento de su hija.
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El nuevo comienzo también contemplaba a la selección brasileña, luego de no consumar el 'hexa', Brasil inició en septiembre el camino hacia el Mundial de 2026, con dos victorias consecutivas. Sin embargo, un nuevo bache, tal vez el peor, golpea la vida de Neymar y enciende las alarmas en una 'canarinha' que sumó solo un punto en esta Fecha FIFA.
Neymar birló una barrida uruguaya, pero cuando iba en el aire, sabía que algo no iba bien con su pierna. Salió en camilla y entre lágrimas, se auguraban cosas malas, dejando la derrota en Montevideo como 'algo más'. Este martes se confirmó la ruptura de ligamento cruzado y menisco, dejando al astro brasileño sin poder jugar en 2023 y gran parte del 2024.
"Es un momento muy triste, el peor. Sé que estoy fuerte, pero esta vez voy a necesitar aún más a mis amigos (familiares y amigos). No es fácil pasar por una lesión y una cirugía, imagina pasar por todo esto nuevamente después de cuatro meses de recuperación", escribió Neymar en redes sociales.