En las últimas horas, San Lorenzo se ha visto envuelto en una situación delicada luego de que se filtraran videos en los que se acusa a exfutbolista y vocal del club, de ejercer violencia de género contra su expareja, Lucía Cassiau. Estos hechos, que salieron a la luz en medio de una conflictiva separación, han generado un fuerte revuelo tanto en el ámbito deportivo como en el público, lo que llevó a la institución a tomar medidas inmediatas.

¿Qué medidas tomó San Lorenzo frente a la violencia de género de un ex jugador del club?

no tardó en emitir un comunicado oficial solicitando la renuncia de Ortigoza de su cargo como vocal. En el mensaje, el club expresó que su accionar no representa los valores que la institución defiende, haciendo énfasis en su compromiso con la lucha contra la violencia de género. El comunicado cita la Ley de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres (N° 26.485), destacando la importancia de que entidades privadas, como el club, cooperen en la erradicación de este tipo de violencia.

Este pedido de renuncia no es solo una reacción a los videos filtrados, sino también el desenlace de una serie de tensiones internas que Ortigoza había mantenido con el presidente del club, Marcelo Moretti. Estas diferencias se intensificaron en los últimos meses, afectando tanto las decisiones deportivas como políticas dentro del club.

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La denuncia contra Ortigoza y la respuesta judicial

El conflicto legal entre Ortigoza y su expareja no es reciente. Hace casi cinco meses, tras la separación, comenzaron las acusaciones cruzadas por violencia familiar. La situación escaló a finales de agosto, cuando la Policía allanó la casa de Cassiau y encontró armas de fuego, lo que llevó a la apertura de una causa judicial en su contra. A su vez, Cassiau presentó una denuncia contra Ortigoza por lesiones agravadas, la cual está bajo la investigación de la fiscal Lorena González, de la Unidad Fiscal de Investigaciones N°3 de Género en Ezeiza.

Una interna que va más allá del fútbol y de San Lorenzo

Si bien la denuncia por violencia de género ha captado la atención de los medios y las redes sociales, la situación de Ortigoza dentro del club ya venía en caída. Su relación con Moretti, que en su momento lo había designado como mánager, se deterioró tras una serie de desacuerdos sobre las decisiones de la directiva, especialmente en lo relacionado con el fútbol juvenil y las transferencias de jugadores. Estos conflictos culminaron con su salida del puesto de mánager y la aparición de pasacalles en su contra por parte de hinchas descontentos.

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La gravedad de los videos filtrados

La filtración de los videos que muestran a Ortigoza ejerciendo violencia contra la madre de sus hijos ha incrementado la gravedad de la situación. Este material ha sido clave para que el club decidiera dar un paso adelante y exigir la renuncia del exjugador. Lo que en un principio parecía una disputa interna entre directivos, ahora ha adquirido una dimensión pública y social, con serias implicaciones legales y éticas.

San Lorenzo, en su comunicado, reiteró su postura firme contra la violencia de género y subrayó su compromiso con los derechos humanos, siguiendo las directrices de la Convención Belem Do Pará y otras normativas internacionales y nacionales. Esta postura cobra aún más relevancia en un contexto donde las instituciones deportivas son cada vez más interpeladas por su responsabilidad social. En ese sentido, el club también se alineó con los protocolos que rigen la prevención y sanción de la violencia dentro de sus instalaciones.

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